Javier Escartín se pone al frente de una nueva entrega de ‘Diario de un peregrino’ de TRECE, una serie en la que recorrerá el Camino de Santiago, una experiencia única en la vida. En esta vigésimoséptima etapa partiremos desde O Cebreiro hasta Triacastela, en una etapa de 21 kilómetros.

Nuestro peregrino continua en O Cebreiro, una aldea a 1.300 metros de altitud entre las Sierra de Caurel y la de Los Ancares, conoce a Irene Villa, una peregrina que afronta su tercera vez en el Camino y que lo hace en parte con una ‘handbike' que le muestra y cuenta su funcionamiento. La fundación que apoya a Irene trabaja en la inclusión de las personas con discapacidad. Por otra parte, Irene asegura que sus hijos harán el Camino por primera vez para descubrir el espíritu del trabajo, sacrificio y superación, además de pedir salud y amor”.

Escartín llega al Alto de Poio y descubre a Bárbara y Pietro que son peregrinos italianos que llevan desde 2015 haciendo un itinerario diferente del Camino de Santiago. Llega al bar ‘Puerto’ de José Antonio, este bar lleva 50 años atendiendo a peregrinos que vienen a hacer el Camino de Santiago que asegura que hace poco vino el chefJosé Andrés de Estados Unidos. Siguiendo el camino encuentra a Alberto, un peregrino que ya afronta su primer Camino de Santiago con una vara que le caracteriza, de hecho, antiguamente los peregrinos se ayudaban de los bordones para recorrer los Caminos tortuosos o inclinados.

Una vez Javier Escartín llega a Triacastela, a 130 kilómetros de Santiago de Compostela, donde aguarda la alcaldesa del pueblo Olga Iglesias que asegura que son un pueblo con mucha tradición jacobea, de hecho, le da un documento dedicado al Camino de Santiago. También le muestro un monumento jacobeo que rememora la costumbre de llevar piedra caliza hasta la parroquia de Casteñada para la construcción de la Catedral de Santiago. Por otra parte le invita a llevar una piedra hasta Azua, además de ponerse una camiseta de la ‘Fiesta del Peregrino’. Por otra parte, le muestra un árbol donde se ven reflejados sus ocho siglos de vida y sus casi nueve metros de perímetro. Olga descubre la Iglesia de Santiago de Triacastela que se construyó durante la época románica, pero se reformó en el siglo XVIII.

Continuando la etapa encuentra curiosamente a gallegos haciendo el Camino, ellos son Bruno, Jacobo y Brais, un grupo de amigos que aprovecha su semana de vacaciones para hacer el Camino. Encuentra a Carlos un jóven de 33 años y que es sacerdote de la Diócesis de Toledo desde hace 9 años, le acompaña Alejandro del Seminario Mayor de San Idelfonso, ellos aprovechan sus vacaciones disfrutando del Camino de Santiago y rezando a Dios, de hecho, el objetivo principal de la peregrinación es la búsqueda espiritual. Por otra parte, le cuentan cómo han llegado al sacerdocio.

Finalmente, nuestro peregrino se vuelve a encontrar con Irene Villa y le cuenta cómo ha sido esta etapa en ‘handbike’, una de las más exigentes por sus cuestas, asi como hacer la importancia del Camino de Santiago.