El exembajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, ha entrado en TRECE TV para analizar la estrategia que han seguido los diversos grupos soberanistas con la intención de romper la monarquía española. Ha dicho, en este sentido, que es "un triunfo importante" para estas formaciones que buscan destruir con la monarquía.

En este sentido, ha explicado que estamos asistiendo ante un nuevo escenario en el cual varios grupos con representación en la Cámara y en el seno del Gobierno, buscan romper con los pactos establecidos en 1978 e imponer así un nuevo modelo constitucional en nuestro país. En este sentido, el exembajador en temas de Casa Real ha advertido de que el próximo objetivo de estos grupos va a ser Felipe VI, ya que no van a estar contentos solo con la salida del Rey emérito Juan Carlos I del Palacio de la Zarzuela.

En este sentido, cree que el principal protagonista y culpable de que esto esté ocurriendo es el PSOE, ya que a su juicio está pagando los platos de la investidura. Es decir, este ha sido el precio a pagar por parte de los socialistas por llegar al poder, ya que hay varias investigaciones que afirman que ha sido el seno de Unidas Podemos el que ha forzado a Sánchez a negociar esta salida.

Ha lamentado, asimismo, que el Rey haya estado presionado por los diversos medios de comunicación, en especial TVE. La cadena pública, ha explicado, ha intentado presionar especialmente a Juan Carlos I con varios reportajes sobre su pasado más exitoso en nuestro país. En ese sentido, también ha explicado que el Rey no ha estado en ningún momento defendido por ningún partido político y ha pedido a las formaciones constitucionales que se quiten la venda y que vean cuál es la realidad a la que asistimos.

En este sentido, también ha destacado que las investigaciones que apuntan a un posible caso de corrupción son meras donaciones y ha querido destacar que en España existe una presunción de inocencia que en la actualidad el Rey mantiene de forma intacta, ya que, hasta ahora, no hay ninguna investigación abierta contra el monarca de forma directa, cosa que por otra parte sería ilegal, ya que la inviolabilidad del monarca parece estar asegurada, según los expertos en la materia.