Viva el Rey y viva España han sido los gritos que han recibido a Felipe VI y doña Letizia en su corto paseo a pie desde la catedral de Sevilla al Real Alcázar, donde no ha habido vallas de seguridad y las cerca de 200 personas que los esperaban han podido saludarlos de cerca, la inmensa mayoría con mascarillas, algunos con banderas y todos sin mantener la distancia de seguridad que reclaman las autoridades para prevenir el contagio del coronavirus (Covid-19).

Poca gente había en los alrededores del alcázar a las 12,00 horas, media hora antes de la llegada prevista de la comitiva, la mayoría resguardándose a la sombra del calor y sin tener muy claro el recorrido exacto que iban a hacer Sus Majestades. La ausencia de vallas contribuía a la confusión.

Personas como David, de 27 años y vecino de Sevilla, para quien esta ha sido la tercera vez en ver al Rey y quien iba a intentar acercarse lo máximo posible para ver si puede "acercar el codo" para saludarlo, o Ana de 53, "monárquica total" como se confiesa, también de Sevilla capital y que trabaja como asistenta en una casa, de donde ha salido unos minutos para la ocasión.

También hay otros como Lorena de Brasil y Thijs de Holanda, dos jóvenes turistas que iban al alcázar para visitar el monumento, se lo han encontrado cerrado por la visita de los Reyes y, ya que están, se han quedado para ver al monarca español, o Carmen de 40 años y su hija Carola de once, quienes se han enterado por la prensa esta misma mañana de la visita y se han acercado por "la curiosidad".

Finalmente, Felipe VI y Letizia han llegado a la catedral con un retraso de unos 20 minutos sobre las 11,47 horas. A diferencia de en su visita al Polígono Sur, aquí la comitiva ha estado formado solo por ellos y han recibido aplausos desde el momento en que los ciudadanos que les esperaban han visto aparecer su coche.

En este sentido, el subdirector de 'El Diario de Sevilla', Carlos Navarro, ha explicado cuál es la situación que atraviesa este barrio de la capital andaluza: "Se trata de un barrio que es considerado el barrio más pobre de España. Se está haciendo mucho en los últimos años en este barrio, fomentando la colaboración entre las diversas administraciones y también la iniciativa privada. Hay mucho movimiento de apoyo con este barrio, y así se ha visto durante el confinamiento".

También ha señalado el clima de inseguridad que se vive en algunos momentos: "Los Reyes han tenido una reunión privada para conocer el testimonio de la situación que se vive en el barrio, de la mano de representantes de Cáritas o también de personas que promueven actividades como el flamenco o la cultura. A veces es complicado trabajar en la zona, por ejemplo en los primeros días de confinamiento hubo cinco tiroteos, lo que hace que la sensación de inseguridad provoca ciertas complicaciones para poder trabajar en la zona con cierta rutina".