Exultante ha comparecido el presidente del Gobierno en Barcelona. Le ha salido bien la operación de marketing, bendecido por los empresarios, dará luz verde al indulto la próxima semana de los doce condenados por sedición en Cataluña. Atención, que lo próximo puede ser el referéndum, ya veremos cómo, porque por ahí van las declaraciones de la avanzadilla de Salvador Illa, el portavoz del PSC en el Parlamento catalán, y Miquel Iceta, ministro en el Gobierno.

Que lo avalen los empresarios no quiere decir que lo haga la sociedad pero habrá que esperar un tiempo para ver qué dirán los ciudadanos en las urnas. Lo siguiente, y ahí abre Pedro Sánchez otro debate: la mascarilla. ¿La cogobernanza no era que las comunidades autónomas tenían algo que decir? Pues ni hemos escuchado a todos los presidentes regionales, que ahí hay opiniones a favor y en contra, ni tampoco a los expertos. Por decreto, Consejo de Ministros extraordinario, Pedro Sánchez quitará la mascarilla en los exteriores y a pensar en la economía, que según él vamos a batir todas las previsiones.

Es verdad que va a crecer. También es verdad que la que más cayó en el año 2020. También es verdad que los casi 70.000 millones de transferencias directas de la Unión Europea van a ser una inyección muy positiva pero hay que saber utilizarla porque las estructuras son muy débiles. O tocamos la tecla adecuada y hacemos las reformas adecuadas, o será una gran oportunidad perdida.