De los sobres con balas que han recibido el ministro del Interior, la directora de la Guardia Civil y el candidato de Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid, condena rotunda. Sin ningún pero, sin paliativos. No caben bromas con esto. En este país han sido asesinadas cientos de personas por fanáticos convertidos en asesinos en serie. Así que hay que tomárselo, por supuesto, muy en serio. Y toda nuestra solidaridad, nuestro apoyo, para quienes han recibido esas amenazas.

La violencia hay que condenarla siempre, sea quien sea el destinatario. Del mismo modo que los señalamientos a las personas que no dicen exactamente lo que tú quieres escuchar también hay que denunciarlos siempre. Porque pueden ser un primer paso. Sea quien sea el señalado. Aquí no cabe, insisto, bromas con algo tan serio como esto.

Y, por tanto, a quienes han recibido esas amenazas, insisto, toda nuestra solidaridad. En este caso, sólo cabe esperar y confiar en el trabajo de las fuerzas de seguridad que les protegen a ellos y que nos protegen a todos. Fuerzas de seguridad... Pienso también cuando veo la profusión de detalles con la que se está comunicando esta noticia. Ojalá que no entorpezca la investigación que ya se ha abierto para tratar de dar con quien ha enviado esas amenazas.

Que eso es lo importante y seguramente esa es la noticia que tendremos y que queremos dar: que quienes han enviado esas amenazas han sido detenidos y puestos a disposición judicial. Que estoy convencido que va a ocurrir. Y que ocurra pronto. Ojalá que ocurra pronto.

De lo demás, de la pelea política entre Podemos y Vox en la que ha derivado esta amenaza, ¿qué se puede decir? Pues yo saco una lectura. Una lectura fundamental. Miren, cuando les den a elegir, siempre lo mejor para el país es alejarse siempre de los extremos.