El índice Ibex 35 cierra el jueves en 11.050 puntos, con una pérdida del 0,92 por ciento. Las acciones de BBVA han perdido un 6,7 por ciento. Han cerrado claramente por debajo de los diez euros. La Bolsa penaliza a la entidad porque, si cuaja la OPA, es la que tiene que realizar el esfuerzo financiero. Tiene que ampliar capital para atender al canje de acciones. BBVA ofrece una acción propia de nueva emisión por cada 4,83 del Sabadell. No hay contraprestación en efectivo. Por el contrario, las acciones del Banco Sabadell han subido un 3 por ciento. El mercado se ha comido ya buena parte de la prima que prometía la entidad presidida por Carlos Torres Vila. BBVA ofrece como pago unas acciones que hoy valen un seis por ciento menos que ayer.

La operación está todavía en mantillas. Aún tiene que superar varios filtros. Pasarán meses antes de que se abra el periodo de aceptación de la oferta. Falta la luz verde de la CNMV y falta el visto bueno de la Comisión de la Competencia. Incluso el Banco de España y el Banco Central Europeo tendrán que dar su opinión. Todavía puede malograrse la operación. Y, en el polo opuesto y pese a todo, todavía puede producirse una negociación entre ambas entidades y una mejora de la oferta. El abanico está muy abierto.

Además del sector financiero, el mercado ha estado muy pendiente de Telefónica, que ha publicado un beneficio neto de 532 millones de euros en el primer trimestre con un aumento del 79 por ciento respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. Telefónica mantiene sus objetivos para el año y asegura el dividendo en 0,30 euros brutos por acción.

Con poco movimiento ha cerrado Sacyr, que ha presentado su plan estratégico. Dará entrada en su capital a un socio estable. Espera aumentar su rentabilidad y conseguir importantes ahorros. Y pendientes de Ferrovial, que ha debutado hoy en el mercado Nasdaq de la Bolsa de Nueva York. Busca aumentar su liquidez e incrementar su visibilidad en Estados Unidos, donde tiene una importante presencia desde hace veinte años. Sus acciones ya se negociaban en la Bolsa de Ámsterdam, además de en el mercado de valores español. Las primeras operaciones de Ferrovial en Nueva York han estado marcadas por una enorme volatilidad.

El Banco de Inglaterra ha dejado el precio del dinero en el 5,25 por ciento. Es lo que esperaba el mercado. Dentro de casa el Tesoro español ha colocado esta mañana bonos a 5 años, obligaciones a 8 y 15 años, además de títulos con una vida residual de 9 años y 7 meses ligadas a la inflación. Ha ingresado 6.245 millones de euros tras recibir una fuerte demanda superior a los 12.000 millones. El rendimiento del papel a cinco años ha subido del 2,853 al 2,981 por ciento. La rentabilidad de las obligaciones con vencimiento a 15 años ha subido del 3,536 por ciento al 3,610.

El martes colocó letras a 6 y 12 meses. Captó 5.450 millones de euros, con una demanda de 10.000 millones. Los ahorradores se apresuran a comprar estos títulos en previsión de que en junio el Banco Central Europeo rebaje en junio el precio del dinero y se reduzca la rentabilidad de estos activos. El papel a seis meses ofrece un 3,554 por ciento, frente al 3,621 de la subasta anterior. Las letras a un año rinden un 3,42 por ciento. Salieron con un 3,449 por ciento en la colocación precedente. Llegaron a ofrecer un 3,87 por ciento en octubre de 2023, cuando marcaron su máximo histórico.