El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, acudió este lunes a la toma de posesión de Isabel Díaz Ayuso como presidenta del Comunidad de Madrid tras sus vacaciones con un cambio de imagen muy llamativo y que ha dado de qué hablar. Casado ha regresado a la actividad política tras sus vacaciones luciendo una cuidada barba, un rostro mucho más relajado que de costumbre y sonriendo en todo momento. Casado ha optado por mantener el mismo corte de pelo que suele llevar en los últimos años, pero con una barba de varios días. Algo muy comentado en redes sociales y que ha llamado la atención de todos los usuarios. Pero no es el único que reaparece con un cambio de “look” radical, otros políticos también lo hicieron, incluidos del PP.

Alicia Sánchez-Camacho, la que fuera presidenta del Partido Popular de Cataluña presentó retoques en la cara, tanto en la expresión de los ojos, los labios, la nariz y un estiramiento de las arrugas. También optó Soraya Sáenz de Santamaría por un pequeño arreglo físico: poner carillas en los dientes para ocultar un accidente de la infancia y mejorar la sonrisa. También se ha rumoreado un posible arreglo estético de la socialista María Teresa Fernández de la Vega, aunque ella siempre lo ha negado.

Un cambio estético muy sonado fue también el de la diputada de la CUP en el Parlamento de Cataluña, Anna Gabriel. Tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la fuga de Puigdemont a Bélgica, la diputada antisistema optó por huir de la justicia hacia Suiza y, allí, sorprendió a todos con una imagen muy alejada del corte “tipo seta” y las camisetas por el pelo largo, flequillo y una rebeca. El que fuera ministro de Fomento del gobierno de Zapatero, José Blanco, decidió pasar por el quirófano para una operación que le permitió dejar atrás las gafas, signo distintivo del político del PSOE. De la misma manera que Anna Gabriel, la expareja de Pablo Iglesias y diputada en el Congreso, Tania Sánchez, sorprendió a la inversa con un increíble corte de pelo.

En el terreno de los injertos capilares, José Bono es uno de las figuras más emblemáticas al reaparecer con una importante cantidad de pelo que escondía una otrora calva brillante. 

Mientras la barba de Casado está siendo de lo más comentada, también la desaparición de vello facial es uno de los aspectos más llamativos con los que puede sorprender un político. La desaparición del bigote de Herrera no ha sido la única que ha dejado a todos boquiabiertos. José María Aznar dejó la presidencia del Gobierno de España y aprovechó para dejarse una importante melena junto a impresionante afeitado que todavía perdura.