En las farmacias de Bruselas se repite a diario la misma escena que en las de muchos otros países de la UE, incluida España: no hay antibióticos desde hace semanas, o cuesta encontrarlos, y cada vez son más medicinas las que aparecen en blanco o “sine die” en los inventarios.

Según la EMA (Agencia Europea del Medicamento, por sus siglas en inglés), no estamos ante una situación de alerta sino de desabastecimiento temporal, consecuencia de varios factores concurrentes: los problemas de producción en China o en India, principales fabricantes de los excipientes; los picos de demanda propios del invierno con el aumento de las infecciones; y las agravantes que afectan al mercado en general, como la crisis de la energía, la invasión de Ucrania o la inflación.

En Ámsterdam, donde se encuentra la sede de esta Agencia, hay un grupo de expertos que se está ocupando específicamente de la actual escasez de medicamentos antibióticos que contienen amoxicilina (sola y en combinación con ácido clavulánico) en la UE y que, desde el pasado mes de noviembre de 2022, intenta mitigar las consecuencias. Pero se trata de soluciones paliativas. Falta una coordinación real con las industrias y ahí es donde ha entrado también la Comisión Europea. Por eso, y porque también está ocurriendo fuera de los 27 países, la EMA subraya la importancia de la transparencia a la hora de comunicarse, para evitar “cualquier preocupación pública indebida”.

Y, sin embargo, hablar con la EMA no suele ser tarea fácil. Ni lo fue en la pandemia, ni lo fue con las vacunas, ni lo es ahora. Sus altos directivos remiten al departamento de prensa, y este a su vez se limita a enviar links que, a su vez, remiten a la web. Imposible obtener una declaración o una voz con nombre y apellidos. Pero los mensajes unidireccionales que ellos quieren transmitir son estos:

- No a la automedicación

- Los antibióticos solo se deben recetar para tratar infecciones bacterianas.

- Son ineficaces ante las infecciones virales, como la gripe o el resfriado.

Más allá de estas premisas, los expertos confían en que en las próximas semanas se recupere la normalidad, una vez que remitan los contagios y pasen las semanas más duras del invierno.