La represión y detención de opositores al gobierno de Vladimir Putin se ha disparado en Rusia desde el comienzo de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022. Especialmente delicada es la situación del principal líder de la oposición rusa, Alexei Navalni, que estuvo a punto de morir envenenado con el agente nervioso Novichok en 2020 y que lleva más de dos años en una prisión de máxima seguridad al este de Moscú.

“La información que tengo -que han compartido conmigo- es que el estado de salud de Alexei Navalni se está deteriorando y que no está en muy buenas condiciones en prisión”, asegura a COPE, Alice Edwards, relatora especial de la ONU contra la tortura y contra el trato y el castigo cruel, inhumano y degradante.

Explica que “se encuentra en condiciones de detención bastante difíciles” y que ha planteado a las autoridades rusas su “preocupación por la repetida imposición del aislamiento a Alexei Navalni. La información de la que dispongo indica que esto ha ocurrido en once ocasiones diferentes, lo que representa 114 días en confinamiento solitario, en duras condiciones, en un amplio período de tiempo”.

Según Edwards, “la ONU tiene normas muy específicas sobre el uso del confinamiento solitario, y nunca se pretendió que se utilizara de forma continuada. De hecho, mantener a alguien en confinamiento solitario más de 22 horas al día se considera una forma de tortura, y está prohibido. Y él ha superado con creces eso, a estas alturas”.

La relatora especial de Naciones Unidas contra la tortura ha pedido a las autoridades rusas “que permitan que Alexei Navalni sea atendido en un hospital civil. Las normas de la ONU -las denominadas normas Nelson Mandela- son muy claras en este sentido. Y debido a su complejo historial por su supuesto envenenamiento -que fue confirmado por un buen número de instituciones independientes- a estas alturas tiene algunos problemas neurológicos.

Y esto puede interferir con su recuperación de otras enfermedades. A principios de 2023 tenía síntomas de una infección respiratoria viral, y esto podría ser causado o aumentado por las condiciones en la que se encuentra en la cárcel”.

Las autoridades rusas tienen 60 días para presentar una respuesta formal a esta petición. Señala que todavía no ha recibido esa respuesta, que “debe ser completa y detallada”. Además, ha planteado también los casos de tres antiguos empleados de Navalni, que gestionaban diferentes oficinas de su organización: Liliya Charniseva, Vadim Ostanin y Daniel Jolodny.

“Todos han sido detenidos y han presentado cargos contra ellos, similares a los del señor Navalni, esencialmente por trabajar en una organización extremista declarada como tal de acuerdo con la legislación antiterrorista y por participar políticamente en determinadas actividades, en una Rusia cada vez más restrictiva”, afirma Alice Edwards.

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Alexei Navalni anunció hace varias semanas por redes sociales que la fiscalía rusa va a presentar nuevos cargos contra él por “terrorismo”, lo que significaría que podría estar encarcelado hasta más allá de 2050. Su actual condena le mantendría en prisión hasta 2031.