Voto estratégico
Escucha ya la Línea Editorial de este sábado 27 de mayo, previo a las elecciones autonómicas y municipales
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Actualizado 27 may 2023
En el final de campaña se ha hablado mucho de voto útil. En puridad todo voto es útil porque expresa lo que ha decidido el votante. Otra cosa es si ese voto consigue representación. Habría que hablar más bien de voto estratégico. En los últimos años el panorama electoral ha cambiado. Hay muchas ofertas de diferentes partidos. Si se le quiere dar al voto un valor estratégico es necesario saber que hay umbrales de representación.
En los municipios se exige para tener representación que la candidatura obtenga al menos un 5 por ciento. Esa también es exigida en las asambleas de la Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Baleares, La Rioja y Cantabria. En Asturias, Aragón, Navarra, Castilla-La Mancha y Murcia el listón es más bajo y está en el 3 por ciento. Si el partido al que se ha votado no está por encima de ese umbral, ese voto, al final, acaba favoreciendo al partido más votado.
Para terminar de perfilar el voto estratégico hay que tener en cuenta que nuestro sistema electoral no es un sistema proporcional puro. El sistema electoral español fue diseñado para asegurar mayorías estables que favorecieran la gobernabilidad. El nuestro es un sistema proporcional corregido con elementos mayoritarios. Cuanto más grande es la circunscripción, más proporcional y menos mayoritario resulta. El sistema de reparto da más escaños y más concejales a quien más tiene. Si se quiere votar para reforzar uno de los dos grandes bloques es conveniente estudiar los efectos de la concentración o de la dispersión del voto entre las diferentes marcas.
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