Cuando escuchamos la palabra ‘busca’ o ‘beeper’ se nos viene a la cabeza la imagen de un médico al que le ha sonado un pequeño aparato que coge en su mano y en la pantalla le aparece un pequeño texto, seguramente una emergencia que tenga que atender. Ese es el ‘busca’ tan utilizado en los hospitales y en los equipos de emergencias, que durante algunos años gozó de un gran éxito, peor sin embargo acabó desapareciendo.

Este verano en COPE.es nos hemos puestos nostálgicos y queremos recordar algunos de los objetos que de uno u otra forma han marcado nuestra vida, con nuestra sección ¿qué fue de…?

Son varios los nombres por los que se conoce a este pequeño dispositivo electrónico: busca, beeper, mensáfono, buscapersonas, localizador… De hecho, si buscamos en la Real Academia Española (RAE) por ‘busca’ nos remite a la palabra ‘mensáfono’ que describe de esta manera: aparato portátil que sirve para recibir mensajes a distancia.

EL ORIGEN DEL BUSCA

Habría que irse al año 1921 cuando la policía de Detroit utiliza un sistema de radio unidireccional para mantener el contacto con las patrullas y enviar instrucciones en plena ley seca y época de los gángsters.

Será unos años más tarde, entre 1949 y 1951, cuando uno de los pioneros de las telecomunicaciones Alfred Gross (inventó, entre otros el walkie talkie) desarrolla el busca tal y como lo conocemos. Esos primeros equipos fueron utilizados en el Hospital Judío de Nueva York.

De esos primeros años de su creación, de un uso limitado, llega el momento en el que se aprueba el sistema para que lo pueda utilizar todo el mundo gracias a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).

En 2012 las operadores dieron el carpetazo a cualquier sistema de mensajería. Auqnue a día de hoy se sigue utilizando en hospitales y servicios de emergencias.

¿CÓMO FUNCIONABA?

Lo bueno de este sistema es que no tenía problemas de cobertura ya que utilizaban señales de radio, una banda de frecuencias específica, lo cual los hacían más seguros para recibir la llamada o el mensaje más tarde. De esta manera se trata de un dispositivo seguro para emergencias sanitarias.

Al principio, se recibía un aviso en el busca con un número de teléfono y se tenía que llar a ese teléfono.

Después ya se podía mandar un texto que podías leer en tu beeper, en la pequeña pantalla que tenía.

LOS 90: EL BOOM DEL BUSCA O ‘BEEPER’ EN ESPAÑA

En esta década de los 90 el uso del busca empieza a decaer, pero gracias a una excepcional y exitosa campaña de Coca Cola junto a Motorola en el año 96 encuentra ‘renace’ convirtiéndose en un auténtico boom, sobre todo éntrelos jóvenes.

Conseguirlo entonces era algo tan sencillo como reunir los ‘puntos beep’ que se encontraban bajo los tapones de refrescos de las botellas de 1’5 litros. En total había que reunir 15 puntos beep y canjearlos por tu beeper tras pagar 1.500 pesetas (9 euros). Además, para conseguir todavía más éxito con su campaña, Coco Cola anunciaba que solo había 300.00 unidades.

Cierto es que no todo el mundo tenía ese dinero ni tampoco se lo podía permitir mucha gente, pero sí que fueron muchos los que lo consiguieron y presumían de ello pues se consideraban afortunados de tenerlo y sintiéndose gente importante.

A partir de ahí, cualquiera que quisera dejarte un mensaje, tenía que llamar a un número de teléfono cuya llamada tenía un coste de 100 pesetas (0,60 euros).

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