Todos hemos tenido alguna vez un episodio que es de los más dolorosos que podemos sufrir en plena noche, mientras descansamos. Es esa contracción involuntaria del gemelo, un músculo que en ocasiones parece tener vida propia.

Aunque la subida del gemelo se puede producir en cualquier momento del día, lo cierto es que si tiene lugar de noche, mientras duermes, es cuando más doloroso parece, por lo repentino de la contracción y porque en ocasiones comienza poco a poco y te despiertas sabiendo lo que se avecina.

Hasta ahora se decía que podría deberse a falta de potasio, aunque los expertos ya han superado esa teoría.

CUÁL ES LA CAUSA DE LA SUBIDA DE LOS GEMELOS: LO QUE EXPLICAN LOS EXPERTOS

La subida de los gemelos es una “contracción máxima” de esa parte del cuerpo “involuntaria porque no lo hacemos queriendo” como explica Rafa Puerto Recuperador Funcional.

Es muy doloroso porque afecta a una parte del cuerpo que está en funcionamiento casi continuo, soportando caminatas, los movimientos de ponernos de pie, sentarnos, etc.

El músculo “se cansa, se agota” y es, precisamente por la noche, “cuando se encuentra relajado y ya no soporta ese movimiento permanente” cuando se produce un acortamiento del gemelo y la contracción que nos lleva “casi a ver las estrellas”.

Los factores que pueden favoverecer que suframos uno de estos episodios son varias:

-Sobreuso por largas caminatas o una actividad intensa sin estar preparados, como una carrera extenuante, en definitiva, grandes esfuerzos

-Pérdida de líquidos tras un esfuerzo deportivo: electrolitos, calcio, fósforo. Si solamente rehidratamos con agua no logramos reponer esa descompensación de nutrientes que puede acabar también provocando la contracción del músculo.

CÓMO ACTUAR CUANDO SUFRIMOS UNA SUBIDA DE GEMELO

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Cuando lo ves venir, cuando notas que se va a producir una subida del gemelo, “lo primero que debes hacer es intentar relajarte”. Ya sabes lo que se avecina, ya sabes que es muy intenso, doloroso e involuntario. Pero es importante mantener la calma.

Eso significa que lo ideal es “relajarse para que la musculatura vuelva cuanto antes a su posición normal” y no tratar de revertir a la fuerza el movimiento para que no termine de subir el gemelo. Después es importante buscar alivio y masajear la zona.

Los expertos te dan también las claves para tratar de prevenir y que estos episodios no se repitan a menudo, porque a veces, sí se producen de manera demasiado frecuente.

-Cuidarnos tras una actividad intensa relajando la zona

-No tumbarse de inmediato tras terminar un entrenamiento o un esfuerzo intenso

-Hidratación con nitratos y minerales perdidos durante la actividad

-Aplicar frío en la zona

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Y muy importante, no fiarse de consejos de “amigos, primos o vecinos”, a los que una vez les pasó. El cuerpo “hay que cuidarlo” y si la “máquina perfecta” deja de funcionar correctamente, lo mejor es acudir a los profesionales.