A pesar de que los recuentos oficiales de la pandemia hace tiempo que dejaron de ser exhaustivos, lo cierto es que las estadísticas vuelven a mostrar un incremento de contagios y también de hospitalizaciones.

Las autoridades sanitarias, como el Consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía Jesús Aguirre, niegan que estemos ante el nacimiento de una nueva ola, que sería la séptima. Sin embargo hace semanas que a este repunte paulatino se le está denominando la ola “silenciosa” porque no hay focos concretos ni tampoco genera casos graves. En cambio los médicos aseguran que las dos variantes de la ómicron (BA.4 y BA.5) que se extienden ahora tienen capacidad de contagiar a personas que lo han padecido incluso de manera reciente.

Desde luego cabe preguntarse que magnitud real está teniendo el repunte de casos que todos reconocen. Las estadísticas oficiales desde finales del pasado mes de marzo, únicamente están recogiendo los casos de los mayores de 60 años y por tanto es casi imposible conocer la incidencia en otros rangos de edad puesto que no se están notificando.

Aún asi, y a pesar de que la gran mayoría de los nuevos contagiados no se cuentan, los datos revelan a las claras una progresión no pequeña . La tasa por cien mil habitantes en 14 días superó los 800 casos hace tiempo, y eso nos sitúa ya a los niveles máximos de la segunda y tercera olas, aunque todavia por debajo de la sexta y su pico de 3000 casos, aun que hay que insistir en que la medición actual es sumamente incompleta .

PORQUE AHORA ESTE REPUNTE DE CASOS

Como en todas las olas anteriores el comportamiento de la pandemia ha sido diferente según las Comunidades autónomas , y en este momento Madrid está a la cabeza en incidencia acumulada entre mayores de 60 años y Andalucía es la que menos tiene. Esto bastaría para rechazar el argumento de quienes sostienen que este incremento de contagios pueda deberse a la retirada definitiva de las mascarillas .

La verdadera causa reside por un lado en la eliminación de las restricciones y haber retomado la vida normal en todos los ámbitos , y por otro mas bien en el hecho -constatado en pruebas de laboratorio- de que los dos sublinajes de ómicron dominantes ahora son aún más contagiosos y más capaces de burlar la inmunidad de los anticuerpos generados tanto por la infección natural como por las vacunas.

Sin embargo, y a pesar de que al aumentar los contagios aumentan también las hospitalizaciones, estas subvariantes no parecen ser más graves y la vacuna sigue aportando un alto nivel de protección. De manera que la mayoría de las ocasiones se desarrollan unicamente cuadros leves de dolor de cabeza, de garganta, cansancio, fiebre, moqueo, tos…que se llevan bien con analgésicos y duran poco tiempo.

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