Los leones marinos son animales fascinantes que destacan por su extraordinaria inteligencia. Muy amenazados en el pasado debido a la caza indiscriminada para obtener su grasa como lubricante para máquinas, estos queridos mamíferos han ido recuperando su hábitat gracias a leyes que han ido surgiendo en su beneficio y el trabajo de organizaciones que trabajan para su protección.

Conocerlos de cerca para concienciarse sobre su protección es un trabajo que se realiza en las instalaciones de Loro Parque en Tenerife. De hecho, el Instituto Max Planck de Cognición Animal que cuenta con una sede en el parque, estudia la gran capacidad intelectual con la que cuentan llevando a cabo pruebas sobre su memoria a corto y largo plazo. Los visitantes de Loro Parque pueden ser testigos de cómo se desarrollan estas labores y, así, conocer de primera mano a estos increíbles animales que es uno de los pasos más importantes para protegerlos de una futura extinción.

Miguel Ángel García, cuidador de leones marinos en Loro Parque, contó en Herrera en Canarias algunas peculiaridades de estos queridos mamíferos y reconoció que le gusta todo de ellos: “su carácter, su forma de ser, cada uno tiene su gesto, su mímica, su detalle, cada uno es como un hijo para nosotros”. El cuidador los calificó de “regalo” poder disfrutar de ellos en las instalaciones de Loro Parque y Siam Park.

Los machos adultos pueden llegar a pesar 300 kilos a diferencia de las hembras que pueden llegar a pesar como mucho 100. Su espectacular capa de grasa les proporciona una protección tanto de las temperaturas como del entorno ya que suelen vivir en entornos de piedras según comentó García. “Son glotones, les encanta comer”, un macho, por ejemplo, puede llegar a consumir al día 12 kilos de pescado. Susi es el nombre de una cría que vive actualmente en el parque, nacida el pasado año pesa 35 kilos actualmente. “Hemos tenido un éxito de producción”, comentó el encargado de cuidar a los leones.

El parque cuenta con 5 cuidadores que siempre están pendiente de estos mamíferos. “Estamos las 24 horas pendientes de ellos”, declaró Miguel que reconoció que, aunque los quiere a todos siente debilidad por uno de ellos llamado Rocky.

“Son muy astutos, muy listos, aprenden súper rápido”, aseguró Miguel Ángel. Los leones marinos de Loro Parque están en continuo cuidado tanto médico como emocional. La importancia de que desarrollen su vida en el mejor entorno posible hace que estos animales sean embajadores de su especie para que los visitantes tomen conciencia de la labor de protección hacia la especie.