En el mercado se respira total tranquilidad. Los usuarios ser acercan a los diferentes puestos de pescadería y realizan su compra diaria sin ninguna preocupación. La gente únicamente realizan algún comentario superficial, sobre todo por todo lo que aparece en los medios de comunicación, pero no se muestran intranquilos.

Más preocupación existe entre los pescaderos, quienes reconocen que temen lo que pueda pasar con este tema en unas semanas, sobre todo ahora que llega las costeras de la sarda, el bocarte y el bonito. "Ahora en febrero-marzo llega la sarda, que únicamente se pesca en Cantabria, luego el turno es del bocarte y después del bonito. Son tres costeras importantes que tenemos aquí y tenemos miedo a que haya algún tipo de repercusión", reconoce Marta Gómez Arce, una de las pescaderas del mercado de La Esperanza.

Sus ventas por ahora no se han visto perjudicadas por esta situación, aunque cree que todavía es pronto para saber cuáles van a ser las consecuencias de la noticia. Además, todo lo sucedido le ha hecho recordar la época de los vertidos del Prestige " cuando se habla de contaminación me acuerdo del disgusto del Prestige y de como lo quitaron. La alarma que se creó y lo perjudicial que fue para nosotros".

"Se debería haber actuado antes", así lo reconoce Marta. Sobre todo para intentar parar el aluvión de informaciones negativas que están saliendo. "La gente que se acerca a mi pescadería me hace algún comentario y me pregunta. Yo les digo que tranquilidad de momento, que siempre se ha hablado de microplásticos y nunca ha pasado nada".

Ahora solo queda esperar a que vayan pasando los días y las semanas y ver en que termina todo este asunto. "Todavía es pronto, la noticia está en auge, pero yo creo que se notará más adelante y los comentarios de la gente también".