En la búsqueda de una democracia inclusiva, el voto secreto es un pilar fundamental. Sin embargo, las personas con discapacidad visual se enfrentan a varios desafíos para ejercer este derecho fundamental debido a la falta de accesibilidad en los sistemas de votación. Aunque se han implementado medidas como papeletas en braille y máquinas de votación con capacidades auditivas, estas soluciones no garantizan la confidencialidad del voto.
La necesidad de un sistema de votación que permita a las personascon discapacidad visual emitir su voto de manera independiente y secreta es crucial. El Grupo Social ONCE, se ha propuesto dar este derecho fundamental a las personas ciegas. Lo quieren hacer de cara a las próximas elecciones europeas de junio y para ello, la ONCE ha puesto en marcha una campaña para que a través de un código QR puedan votar de manera privada, autónoma y en igualdad, y todo esto desde su teléfono móvil.
Ya han comenzado una campaña para que sea una realidad. La semana pasada hicieron una demostración con eurodiputados en instituciones europeas y se demostró que era factible, por lo que si todo va como lo esperado, las personas con discapacidad visual, conseguirán el mismo derecho que todos: privacidad a la hora de votar en unas elecciones y una democracia inclusiva.