El pasado viernes el Ayuntamiento de Valladolid daba por finalizadas las obras de acondicionamiento en el túnel de San Isidro. El lavado de cara apenas duraba unas pocas horas. Al día siguiente, el sábado, amanecía lleno de pintadas.

Esa mañana el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana se sintió “decepcionado”. A su paso por Mediodía COPE Valladolid José Antonio Otero ha reconocido que “da rabia” que “alguien se considere con el derecho de estropear una cosa que es de todos”. Para Otero los responsables de estas pintadas merecen un único calificativo: “¡son imbéciles!”.

Tras este acto vandálico, que ni el refuerzo de la presencia policial en la zona pudo evitar, el Ayuntamiento se verá obligado a reacondicionar, de nuevo, el túnel. “Con el grave riesgo”, ha matizado Otero, “de que esta gente se considere en la necesidad de volver a pintarlo”. Solo en 2018 el Servicio de Limpieza del Consistorio vallisoletano se vio en la obligación de desembolsar 300.000 euros para la eliminación de grafitis de la vía pública.

“Difícil” solución

“No es fácil” identificar a los responsables de estas pintadas, ha reconocido Otero. Pese a que la Policía Municipal tiene “mucha información”. Y, en todo caso, la firma que acompaña a los grafitis “la puede poner cualquiera”. Es necesario sorprenderles en pleno acto.

La instalación de cámaras de vigilancia en distintos puntos de la ciudad es una opción. “Con brevedad”, ha reconocido Otero, “es probable” que el Ayuntamiento proceda a su instalación.

Para Javier Esteban, presidente de la Asociación de Vecinos San Isidro, la solución “definitiva” sería el soterramiento de las vías del tren a su paso por Valladolid.

En el vecindario se esperaban lo sucedido. Es algo “habitual” cada vez que pintan el túnel. Aunque esta vez, ha ironizado Esteban, “se han superado” al tardar apenas unas horas en dar muestra de su “falta de civismo”.