Es uno de los emblemas de nuestra capital. Miles de personas están pendientes de él en Nochevieja. Es obra del relojero leonés José Rodríguez Losada que había construido cronómetros marinos de precisión para la Armada Española y decidió reunirse con las autoridades madrileñas de la época para donarle gratuitamente la maquinaria de un nuevo reloj más preciso que substituyera al viejo e impreciso reloj que dominaba la Puerta del Sol hasta entonces. Lo que pocos madrileños conocíamos es que este reloj tiene un hermano gemelo en Morata de Tajuña. En concreto, en la torre del Ayuntamiento. Sin embargo, este ejemplar tiene todas sus piezas desperdigadas por la torre.

El reloj de la plaza era manual hasta hace ocho años, porque entonces, instalaron una maquinaria más moderna y automática y descuidaron las piezas originales. Eso sí, las campanas siguen sonando igual.

Y durante más de 30 años han estado sonando gracias a un hombre, Julio. Él ahora está jubilado pero fue Policía Municipal en Morata, era el encargado de darle cuerda al reloj. "Es como para tenerlo en una urna", explica a COPE. Y recuerda cada detalle de la maquinaria antigua, incluso una pieza "que parecía que estaba labrada", pero que al pasar la mano "era lisa completamente". También tenía "unos dibujos" que a la gente a la que se los enseñaba, "le extrañaba".

"Si sé que está así el reloj no subo"

Julio estuvo cumpliendo esta misión hasta que se jubiló y, años después, su hija quiso darle una bonita sorpresa que no fue tan bonita como ella se esperaba. Por su cumpleaños, su hija le regaló volver a visitar el reloj. Pero le destrozó encontrarlo totalmente despiezado: "Si sé que está así el reloj no subo". Y dice con la voz entrecortada: "Fue un disgusto para mí ver el reloj desarmado completamente".

Las características de este reloj

Es un reloj único porque salió del mismo lugar de donde se hizo el reloj de la puerta del sol. Un taller de la madrileña calle de Postas. Y desde allí se plantó en la plaza del Ayuntamiento, como cuenta su alcalde, Fernando Villalaín, allí "se plantó un templete que es ahora la torre del reloj". "Estaba construido para venir a Morata de Tajuña", apunta el regidor. Y subraya que "tiene la misma clase de maquinaria que la que tiene el reloj de la puerta del sol".

Las piezas originales acabaron desperdigadas por la torre hace ocho años. Ahora quieren recuperar su forma original para que "los jóvenes del pueblo" puedan "saber cómo era su Ayuntamiento hace cien años". "Nos va a recordar las personas que se dedicaban a subir y darle cuerda". Y pone el foco en "valorar el esfuerzo de mantener esas tradiciones".

Aún no saben cuándo terminarán los trabajos de recuperación; pero los morateños van ver a empezar a ver las obras de mejora a partir de septiembre.