El grupo Vox en la Asamblea de Extremadura ha presentado una solicitud para que el Gobierno central proporcione más recursos "humanos" y "materiales" con el objetivo de "garantizar la seguridad del medio rural" en la región debido a los "cada vez más frecuentes" robos de productos como la aceituna, el corcho o el ganado.

La propuesta de pronunciamiento fue registrada este viernes en la Cámara regional para su próximo debate en la institución, con la intención de "exigir" al Ejecutivo central que proporcione los "medios necesarios" a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ya que actualmente no son "suficientes" en la comunidad.

El portavoz de Vox en la Asamblea, Óscar Fernández Calle, anunció en Mérida que se ha detectado la existencia de "bandas organizadas" que cometen estos robos y hurtos de productos cuyos precios están en aumento.

En este contexto, el grupo solicitó el "reforzamiento" de las unidades involucradas en la seguridad del medio rural, en particular, el "Grupo Roca", durante las temporadas de mayor vulnerabilidad.

Vox también destacó que el "único equipo Pegaso" en la región, especializado en gestión aeronáutica y de seguridad operacional, también carece de medios y equipos adecuados. En base a estos datos, Vox instó a la "creación de nuevas unidades o Grupos Roca" para mejorar la seguridad en el medio rural extremeño.

ABANDONO

Vox argumentó que en la región se vive una situación de "abandono y detrimento" que afecta a la "seguridad del campo y el mundo rural", siendo el equipo Roca el más perjudicado por la falta de medios, recursos, efectivos y vehículos adecuados para llevar a cabo su labor.

Según Vox, los agricultores y ganaderos, quienes son las "personas afectadas", han expresado sentirse "cada vez más indefensos" frente a esta situación, lo que los ha llevado a asumir la vigilancia de sus medios de vida.

Vox también señaló que esta "oleada de robos" se ha agravado debido a la falta de lluvias, las políticas relacionadas con la Agenda 2030 y la competencia desleal de países extranjeros que no cumplen con controles y regulaciones para acceder al mercado común, lo que ha situado al campo extremeño en una "situación límite".