El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha declarado seis reservas hidrológicas en la demarcación del Miño-Sil, que forman parte de las 67 reservas hidrológicas que ha declarado en todo el país.

De esas 6 nuevas reservas hidrológicas, tres están catalogadas como Reservas Naturales Fluviales: son las de los ríos Xares y San Xil, en la provincia de Ourense, y el río Ancares, en Castilla y León que, en total, abarcan 76 kilómetros.

Dos están catalogadas como Reservas Naturales Subterráneas: el Pedregal de Irimia, en Lugo, y Fuente de la Lechera, en Castilla y León, que abarcan 4,2 kilómetros.

Y hay una Reserva Natural Lacustre, el Complejo laguar de los Lagos de la Baña, en Castilla y León.

Según informa la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, estas iniciativas incluyen la eliminación de presas abandonadas y la construcción de escalas de peces, el control de especies exóticas invasoras o la creación de humedales, así como otras actuaciones ambientales realizadas en colaboración con los ayuntamientos y las comunidades autónomas.

Con las nuevas incorporaciones, el Catálogo Nacional de Reservas Hidrológicas pasaría a contar con 289 reservas, incluyendo por primera vez reservas naturales lacustres y subterráneas.

Estas áreas protegidas son lugares de baja presión humana, por lo que las reservas hidrológicas son un buen lugar para evaluar los efectos del cambio climático en los ecosistemas de ríos y lagos, y aquellos asociados a agua subterránea.