Fernando Esteban Muñoz hace referencia al Deuteronomio para recordar que, según la ley romana, los máximos latigazos que se solían dar a los ajusticiados eran 40. No obstante, la mayoría de veces se quedaban en 39 para que el que recibía el castigo no mirara de mala forma a su verdugo.

Al ser Poncio Pilato quien dicto la sentencia, tanto la flagelación como la crucifixión siguió el rito romano. En ese rito, según Esteban Muñoz, había 4 formas de azotar. A Jesús se le infringió una de las más duras, siendo azotado con una vara de madera que tenía correas en su extremo y huesos incrustados entre medias de estas correas que acababan en unas bolas de plomo de 1 centímetro.

Otra forma de castigo se daban con simples correas. Este es el caso de los azotes que sufrió San Pablo en 5 ocasiones.

Para el historiador Esteban Muñoz, los evangelistas apenas se hacen eco de la flagelación de Jesús. En parte, por el temor a los romanos y porque los hechos no los conocían de primera mano.

También ha estado en COPE NAZARENA, el presidente de la Cofradía de la Caridad. Antonio Jose García Romero. Nos ha adelantado como grandes novedades de esta procesión, que sale a las calles de Murcia el Sábado de Pasión, el adelanto de su salida a las 6 de la tarde y la renovación de 18 tenebrarios que acompañan a los estandartes.

Y como tercera invitada, nos ha visitado la camarera del San Pedro Arrepentido, Marina Conesa. Una imagen perteneciente a la Cofradía del Cristo de la Esperanza y que procesiona el Domingo de Ramos. Restaurada recientemente, ha podido ser vista por todos los murcianos que lo han deseado. Su labor como camarera, según ha confesado la propia Conesa, es cuidar de la imagen los 365 días del año. Pide consejo a los floristas para el arreglo del trono que indispensablemente debe llevar rosas rojas, la flor insignia de San Pedro.