En el Proyecto "Trabajamos por Aragón" las seis diócesis aragonesas quieren mostrar, a través de una serie de historias concretas, el servicio que presta la Iglesia a la sociedad los 365 días del año.

En 'El Espejo' el Obispo de Barbastro-Monzón, coordinador de esta campaña, Mons. Ángel Pérez Pueyo ha subrayado la inmensa labor que la Iglesia desarrolla gracias al trabajo anónimo de muchas personas que con humildad dedican parte de su tiempo y de sus recursos a ayudar a quien lo necesita.

Las características de las zonas rurales, así como la media de edad de la población y de los agentes de pastoral -ya sean sacerdotes o laicos- condiciona la pastoral en las diócesis de Aragón, que en esta campaña han unido sus fuerzas para mostrar a través de historias concretas, lo mucho que hacen.

"La gran enfermedad del mundo actual -ha explicado el obispo- es la miopía. No tenemos alcance de miras. Pensemos en qué sería de la sociedad sin los voluntarios de caritas, los misioneros o los equipos de pastoral penitenciaria, por poner solo algunos ejemplos".

Mons. Ángel Pérez Pueyo ha destacado la fuerza testimonial de las historias y el sentimiento de pertenencia a la Iglesia que transmiten.