Son casi siete meses los que han pasado desde que comenzase la guerra en Ucrania con la ocupación de las tropas rusas. O, lo que es lo mismo, un total de doscientos días. Es ahora, por otro lado, cuando los ucranianos empiezan a ver la luz al final del túnel, después de que su presidente, Volodímir Zelenski, haya asegurado que el ejército ucraniano ha recuperado, solo en septiembre, unos 2.000 kilómetros cuadrados de territorio ocupado por las tropas rusas.

Por eso mismo, en COPE, hemos querido viajar hasta ahí con dos mujeres ucranianas que viven en Kiev y en Odesa y que, durante estos casi siete meses, nos han ido contando cómo han vivido la situación desde el inicio de la ocupación rusa. Ahora, con estas nuevas informaciones y con la esperanza por parte del gobierno de una "desocupación" rusa, sienten, por fin, que el final está cerca.

"Esperamos vencer, totalmente. No hay ningún acuerdo con los rusos ni con Putin, pero tenemos que liberar nuestra tierra, nuestro país tiene que estar en sus límites, en sus fronteras justificadas en el año 1991" comentaba en Fin de Semana COPE, Olena Zaliesnova, hispanista y profesora en Kiev.

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Ella misma, además, nos ha contado que en estos últimos días los ucranianos se han sentido mucho más felices tras las últimas noticias y con más ánimo. Además, nos ha comentado cómo la situación se mantiene mucho más tranquila en la capital que en los primeros días de guerra, a pesar de que su vida "ha cambiado completamente".

Pero no es la única que cree que, por ahora, están viviendo mucho más tranquilos. Tatiana Kolbayenkova, profesora universitaria que vive en Odesa, comentaba que viven "con cierta normalidad, pero es una normalidad dentro de la guerra".

Vuelta a las aulas bajo el temor de las sirenas

Poco a poco, van volviendo a la normalidad a pesar de que la situación sigue siendo complicada. Prueba de ello, es que las clases en los colegios y en las universidades, como nos contaba la profesora Olena. Eso sí, no lo hacen con total normalidad,y es que, como nos contaba, "cuando suena la sirena, los maestros tienen que bajar a los refugios con los niños".

Una situación que están viviendo en todos los ámbitos, porque apuntaba que estés donde estés, en cuanto suenan las sirenas, la ciudad se para. "Si estás en un supermercado y suena la sirena, cierran todo y tenemos que salir y bajar a los refugios" contaba con tristeza mientras nos aseguraba que ojalá su país pasase por otro tipo de problemas.

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Por su parte, Tatiana también contaba cómo ha sido de duro el verano que han pasado en Odesa, completamente atípico, y que, lo único que espera el pueblo ucraniano es "vivir algo de paz".