Hablemos de los juegos, de los juegos de toda la vida. Del juego como herramienta para aprender, de la llave que abre puertas al conocimiento, a nuevas competencias, a la emoción de compartir un objetivo en equipo. Y a cómo, a través del juego, se puede perder barriga (sí, tal y como lo estás leyendo). El poder del juego en la educación es innegable. Además, y es que el juego no se limita solo a los niños, pues también incluye a los adultos.

Para poder entender esto tenemos que ir a la Universidad de Granada. En su departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, un grupo de estudiantes se han enfrentado y han superado con creces un proyecto educativo de lo más original. Los alumnos pensaban que iban a estudiar este grado en la universidad, pero se encontraron con que se estaban convirtiendo en auténticosjedis. Su maestro no es Yoda, pero se está acercando. Es el profesor del Departamento de Educación Física, Isaac Pérez López, que les propuso enfrentarse al proyecto Star Wars. Los primeros Jedis para construir un futuro mejor en la galaxia educativa.

Este proyecto está enfocado en motivar a los estudiantes de este grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte para que tengan hábitos saludables y mejorar su estado físico y reducir el riesgo de obesidad. Y, no es que lo hayan intentado, es que lo han hecho. Con este juego han conseguido mejorar el estado físico de los alumnos, reducir significativamente su índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, el índice de masa grasa y el porcentaje de grasa corporal.

Lo bueno de esto es que reúnen el gran potencial que tienen los juegos de mesa o los videojuegos: la ficción. "Aprovechamos esos principios fundamentales y elementos motivadores de los juegos en la adaptación de una referencia fílmica, serie de televisión o película, para construir experiencias de aprendizaje realmente memorables para los alumnos", ha explicado el profesor Isaac Pérez.

"Lo primero que me dio lugar a llevar a cabo esta iniciativa fue ver el poder motivador del alumnado de vivir en primera persona aquello que ha disfrutado previamente como espectador. Y los jóvenes de hoy en día son muy consumidores de televisión y de películas", ha explicado. "Cuando ellos son los protagonistas, se incrementa su IMC (Implicación, Motivación y Compromiso del alumno con su formación), que es lo que tiene como referencia todo docente", ha añadido.