¿Te imaginas a los escoltas del vicepresidente, de su ministra y del resto (escoltas que son policías nacionales) sabiendo que el VIP al que protegen se emociona cuando patean y linchan a sus compañeros?

¿Qué pensarán los guardias civiles que custodian 24/7 el casoplón de Galapagar, cuando sus protegidos les tachan de fascistas, asesinos y defienden que un supuesto artista cante para que les peguen un tiro en la nuca?

Sobre los violentos... Ya está bien de ser políticamente correctos. Son macarras en bandas, chavalería que no ha dado un palo al agua en su vida, que se prestan a liarla parda como modo de diversión.

¿Qué sabrán esta panda de vagos de qué es la libertad de expresión? Estos miles que conforman esta chusma no saben qué es la libertad y se dejan aborregar por el líder supremo de turno. Son súbditos.

Lo peor... que se les empuja desde parte del propio Gobierno de España (mira el impresentable de Garzón o Echenique) y desde la propia Generalitat catalana (apreteu, apreteu... no tengáis miedo que decía Torra) o desde el ayuntamiento de Barcelona cuando la alcaldesa Ada Colau habla de manifestantes pacíficos.

¿No se le cae la cara de vergüenza a Marlaska? Por cierto... ¿Alguien se cree que el súbdito Echenique escupe ese tuit sin que lo apruebe el jefe?

Y la última: ¿Te imaginas a estos siendo la oposición de otro Gobierno con 90.000 muertos por coronavirus? ¿Te imaginas la que estarían montando si otro Gobierno gestionara así la pandemia y la crisis?