En un hecho que parece sacado de una comedia, o de una película de terror, según se mire. Y es que una mujer en Brasil llevó el cadáver de su tío, sentado en una silla de ruedas, al banco para solicitar un préstamo de 17.000 reales, lo que en España serían cerca de 3 millones de euros.

Ha ocurrido en la zona oeste de Río de Janeiro, Brasil, aunque según el director de La Linterna, Ángel Expósito, "esto puede ser en cualquier parte, porque tal y como están los créditos". Supuestamente, la mujer creía que su tío no estaba muerto, "sino de parranda", mientras que el colaborador Jon Uriarte ha querido destacar la "perspicacia" de la sobrina para llevar al fallecido al banco. Ambos coinciden en que la situación era surrealista y que la mujer tenía "mucha jeta".

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A pesar de los intentos de la sobrina por hacer pasar al tío por vivo, los empleados del banco se percataron de la situación, evidenciando que el hombre estaba realmente muerto. La falta de un médico forense para confirmar el deceso añade un giro cómico a la historia: "Bueno, ¿quién nos puede decir si estaba vivo o no si no había un médico forense?", bromea Expósito.

La conversación entre Expósito y Uriarte reflexiona sobre la naturaleza humana y la búsqueda de oportunidades, incluso después de la muerte. Comparan el caso con otras situaciones absurdas de la vida real y del cine. "Y fíjate que la realidad, una vez más, supera la ficción", concluía el segundo.

Esta historia podría retratar que incluso en la muerte, los seres humanos no dejan de buscar formas de obtener beneficios, como reflejan con humor los comentarios sobre el famoso chiste de "Chiquito de la Calzada".

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