Este lunes se cumplen 20 años de que el Alfredo Galán Sotillo, más conocido como el Asesino de la Baraja, se entregase en una comisaría de la localidad ciudadrealeña de Puertollano. Rememorando esta fecha, la periodista especializada en sucesos, Cruz Morcillo, ha revelado en 'La Linterna' dónde estaba ese mismo día y cómo transcurrió la investigación. Igualmente, ha desvelado el error policial que retrasó la identificación, y posterior detención, de Alfredo Galán como autor de los asesinatos que transcurrieron en Madrid durante los primeros meses del 2003.

"Un desastre"

"Después del primer crimenno se sabía que había un asesino en serie", comenzaba Morcillo. Igualmente, recuerda que se encontraba con otros muchos periodistas en el pueblo de Carrión de los Condes, en Palencia. El motivo era un viaje realizado con la Guardia Civil, que celebraba una exhibición de medios con la UEI y todas las unidades de élite. "Nos enteramos a media noche y no podíamos volver, un desastre", decía.

Los periodistas trataron de llamar a los investigadores, aunque no fue hasta el día siguiente que no pudieron conocer algunos detalles. "A mí me dijeron lo del punto azul en las cartas, que no había salido en ninguna parte. Tampoco se había contado que la billetera de Alonso Cano estaba encima de la mesa. Pregunté si era él seguro y ya no tenían ninguna duda", recordaba.

Un error que aún no se ha aclarado

Ha contado que fue un trabajo "complejísimo" porque no había ningún elemento en común que uniese todos los crímenes, ni entre las víctimas ni los lugares. "La única pista era la pistola", desvelaba. Se requisaron las que estaban registradas y se revisaron las fichas de militares y guardias civiles que habían estado en la zona de los Balcanes en misiones y los que tuvieran algún tipo de tratamiento psiquiátrico.

"La ficha de Galán estuvo en la mesa de los investigadores, pero, por un error que aún no se ha logrado aclarar, no estaba su foto, con lo cual tampoco se pudo cotejar con el retrato robot que se había elaborado a partir del testimonio de dos de las supervivientes".

En cinco años estará en libertad

Alfredo Galán fue condenado a 142 años de cárcel, que quedaron reducidos a 25 porque era el máximo posible según lo estipulado en el Código Penal. Aunque se entregó, la última vez que habló declaró que lo había hecho debido a que unos tipos lo tenían amenazado con matar a sus hermanas si revelaban quiénes eran. Pero nunca dio una pista sobre quién podía ser. "Desde entonces está en la prisión de Herrera de la Mancha y le quedan cinco años para cumplir su condena", apuntaba Morcillo.

El Asesino de la Baraja también dejó claro que, si no se hubiese entregado, habría vuelto a matar de nuevo cuando volviese el frío. Esto se debe a que usaba unos guantes de piel para no dejar huellas en las escenas del crimen y en verano no podía llevarlos. Escucha las claves del caso en el pódcast original de COPE '161 días de 2003: la búsqueda del Asesino de la Baraja'.