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Seguramente este país tiene problemas más acuciantes que abrir el debate de la monarquía pero el sector más radical del gobierno de coalición está manos a la obra, piqueta en mano (o teclado en mano) y a golpe de tuit contra uno de los pilares del sistema, la monarquía constitucional.

Lo cierto es que nunca lo han ocultado. Hace justo una semana, el vicepresidente Pablo Iglesias reiteraba que había que mirar al horizonte republicano, a una “nueva república”. 7 días después, sostienen una campaña contra la monarquía ante el silencio del PSOE, salvo alguna excepción como la del Presidente de Aragón, Javier Lambán.

¿Qué ha pasado? Con la que está cayendo, ¿por qué estamos hablando hoy de esto?

Ha pasado que el Gobierno de coalición que dirige Pedro Sánchez anda estos días recabando apoyos a los Presupuestos Generales del Estado, una piedra angular de la legislatura. Pasa también que este Gobierno de coalición, para conseguir esos apoyos, están continuamente lanzando guiños a los independentistas de Esquerra y pasa que en este marco se acerca un momento complicado como puede ser la inhabilitación (o no) de Quim Torra.

Ante esta tesitura, este Gobierno de coalición encabezado por Pedro Sánchez, ha decidido mandar varios mensajes al independentismo, varios guiños de aroma judicial.

Abordar una reforma del delito de sedición, comenzar con la tramitación de los indultos a los políticos secesionistas condenados y en un gesto sin precedentes, apartar al rey de la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces en Barcelona.

Una ausencia del Rey en este acto que no se había producido desde hace más de 20 años. Una ausencia forzada porque no le viene bien al Gobierno tocar la sensibilidad de los partidos independentistas en este Gobierno.

Todos estos gestos a costa de la imagen del poder judicial. Y ha pasado que en este acto en el que el gobierno ha vetado al Rey, el presidente de ese poder judicial, Carlos Lesmes, se ha revuelto y ha evidenciado el malestar de ese poder judicial elogiando la figura y la utilidad de la monarquía.

Y esto lo ha dicho Lesmes delante del ministro de justicia, Juan Carlos Campo. Pero el segundo acto estaba por llegar. El Rey Felipe VI ha llamado al presidente del Consejo General del Poder Judicial y le ha comentado que le hubiera gustado estar en Barcelona. Hasta aquí una conversación de cortesía que Lesmes ha comentado con los presentes y se ha acabado haciendo pública.

Esas palabras del Rey, en una conversación institucional, han desatado los nervios en el gobierno de coalición. Tanto que el ala de Podemos y lo que queda de Izquierda Unida han saltado como resortes para atacar a Felipe VI.

En concreto el tuit que ha lanzado el ministro de Consumo, Alberto Garzón ha ido mucho más allá de reclamar neutralidad al Rey. Garzón ha acusado a Felipe VI de maniobrar contra el Gobierno e incumplir la Constitución. Qué curioso. Los que han venido a liquidar el régimen constitucional, según sus propias palabras, acusan al rey de incumplirlo y se rasgan las vestiduras.

Este tuit lo ha colgado el ministro Garzón antes de las 5 de la tarde y a esta hora el jefe del Gobierno Pedro Sánchez todavía no ha dicho nada... Silencio. Permanezcan atentos a sus transistores a ver si hay alguna reacción, pero habrá que armarse de paciencia. Es posible que no llegue.

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Ya se le ha adelantado Javier Lamban, el presidente de Aragón, del PSOE. Dice que “Desestabilizar la monarquía constitucional es desestabilizar irresponsablemente la Constitución”

Sabemos que, en esta partida, Podemos juega para intenta dar jaque al Rey, no lo han ocultado y ahora lo hacen desde el propio Gobierno, pero ¿a qué juega el PSOE de Sánchez? ¿En nombre de quien habla el ministro Alberto Garzón? ¿Está expresando la opinión del Gobierno? Porque si no es así, alguien tendría que salir a explicarlo.