Según el INE en España el 95% de los niños de 15 años ya tiene su propio móvil. En los centros educativos se intenta restringir. En Madrid, Galicia y Castilla -La Mancha está prohibido, mientras que Andalucía y Cataluña están en proceso de imponer medidas. Pero para muchos padres no es suficiente, es necesaria una regulación. Y eso también lo han considerado dos profesoras que han recogido más de 63.000 firmas que se han presentado esta semana en el Congresopara pedir una ley que prohíba el móvil para los más jóvenes, no solo en los colegios, en todos los ámbitos.

Una de esas profesoras es Natalia Jiménez León. "Queremos crear una reflexión profunda dentro de la clase política", ha explicado en La Mañana del Fin de Semana COPE sobre esta iniciativa que busca trasladar al Congreso de los Diputados ese debate que ya está en las aulas, que no es nuevo, pero que se ha incrementado.

La idea, ha señalado "surge a partir de una iniciativa personal como madre y como docente al ver el efecto que está causando todo el uso y el abuso de la tecnología en estas edades".

Muy adictivos

En su opinión, "estamos abriendo la puerta a una cantidad de contenidos a los que madurativamente a estas edades no están preparados para gestionar". Además ha recordado que "muchos de estos contenidos son muy adictivos".

Pornografía o depresión

Muchos expertos coinciden en que el uso de estos dispositivos causan mucho daño en la población infantil y adolescente. "Tenemos datos estadísticos del aumento de intentos de suicidio, de acceso a pornografía a edades tempranas, del aumento de depresión o problemas de bullying por el mal uso de redes".

Dar ejemplo

Ser padre "no es fácil", advierte pero "somos nosotros los que tendríamos que dar ejemplo a los niños porque somos su referente. También estaría bien acompañarlo de una reflexión por parte del adulto de por qué dedicamos tanto tiempo al uso del móvil".

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KIt restaurante

Aconseja si vamos a un restaurante y queremos que los menores están tranquilos "llevar una libreta y unos bolis". También "hablar con nuestros hijos en lugar de darles una pantalla".

La prohibición es un mensaje "muy potente"

A priori se puede pensar que con iniciativas como las de Ángela Sánchez-Pérez y Natalia Jiménez León, se trata de hacer algo imposible de abarcar, que es tratar de ponerle puertas al campo, pero no lo ven así. "Quizá cuando el campo está plagado de precipicios, sí que hay que ponerle puertas porque estamos hablando ya de un problema de salud pública y como cualquier problema de salud pública en el que hay un elemento nocivo para la salud de los menores, la intervención más eficaz es la prohibición porque lanza un mensaje al conjunto de la población de la peligrosidad de los móviles y cuando una cosa está prohibida, estás concienciando a la gente sobre el riesgo que comporta. La prohibición es un mensaje muy potente".

Explica Natalia que hay mucha presión social por dar el móvil, generalmente cuando empiezan primero de la ESO, sin embargo, recomienda "quizá tendríamos que tener la capacidad de revertir esta presión y darnos cuenta de que es una cosa peligrosa".

Si lo que nos preocupa es no poder localizar a nuestros hijos, hay otras opciones. "Existen teléfonos que no son inteligentes con los que pueden llamar".

Por el momento Natalia, ha concluido, no tiene constancia de alguna respuesta por parte de alguno de los grupos parlamentarios en el Congreso