Seguramente, todas las noches sigas esta rutina. Ojeas las noticias, tus redes sociales antes de acostarte, pones la alarma de tu despertador para el día siguiente y te echas a dormir.

Siete u ocho horas después suena tu despertador. Lo hace a la misma hora todos los días. Pero lo apagas. Te dices a ti mismo “cinco minutos más, solo cinco minutos”... Y vuelve a sonar.

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Es una técnica utilizada por muchos, la de intentar ganar unos minutos de sueño a primera hora de la mañana. Pero, ¿Hacen/hacemos bien cuando retrasamos el despertador? Elena Urrestarazu, doctora de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra, ha explicado en 'La Tarde' que “esta costumbre para el organismo es una tortura. Además nos cuesta mucho más despejarnos”.

“Para nuestro organismo esto no es bueno. Le cortamos a la mitad. El mejor modo es despertarse a la primera después de haber dormido unas 7 u 8 horas”, ha añadido Elena Urrestarazu.