En 2022 se destruyeron 111.200 trabajos por cuenta propia, lo que supone una desaparición de 305 autónomos por día. Y esto va a peor. En lo que llevamos de año, se han perdido 671 autónomos al día.

Las cuotas han sido recientemente modificadas. Ahora se paga en función de lo que se gana. A priori es un sistema más justo, pero en la práctica supone una rebaja escasa para los que menos ganan y una gran subida para los autónomos de clase media. Además, con la nueva reforma de las pensiones, los autónomos de elevados ingresos han visto muy aumentadas sus contribuciones e irán aumentando más a lo largo de los próximos años de manera progresiva.

Es por ello que dentro del colectivo de todos aquellos que trabajan por su cuenta se está poniendo sobre la mesa de nuevo la posibilidad de pasar su actividad de persona física a persona jurídica a través de una Sociedad Limitada.

¿Cuándo puedo plantearme pasar de autónomo a S.L.?

Según Fernando Trías de Bes, economista, escritor y profesor de economía de La Tarde: “Dar el salto a una sociedad limitada es legal. Está permitido. Lo que pasa es que la Agencia Tributaria te puede pedir explicaciones de por qué usas una sociedad limitada en vez de ser autónomo”.

El economista Trías de Bes aconseja que den el paso solo a aquellos que tengan un negocio más grande, es decir, un gran volumen de ventas, de empleados, y que facturen más de 40 o 50.000 al año: “Cuando eres autónomo tienes que cotizar al IRPF entre un 19 y un 40 por ciento según tu volumen de ventas. En una Sociedad Limitada siempre es el 25%. Por eso le conviene a los grandes y no a los pequeños autónomos”.

Tener una Sociedad Limitada no significa que podamos deducirnos la factura de la luz y el agua de casa: “Los gastos deducibles son muy parecidos a los de los autónomos”, termina advirtiendo el economista.