Largas colas alrededor del Museo Reina Sofía de Madrid son una pista evidente de que en su interior hay alguna exposición que merece y mucho la pena ver. Se trata de 'Piedad y Terror en Picasso. El camino a ‘Guernica’', que reúne 180 obras que proponen un viaje por la mente del pintor en busca de las motivaciones de “la obra del siglo XX que más interpretaciones ha suscitado”, dice el director del museo, Manuel Borja Villel.

El director del Reina Sofía y el ex diplomático español, Inocencia Arias, han acompañado a Expósito en el recorrido por esta exposición cuyo destino es el Guernica, precisamente este miércoles 26 de abril, se cumple 80 años de aquel bombardeo que llevó al pinto malagueño a reflejar el horror de la guerra en este lienzo.

"Picasso sabía que el siglo XX era su siglo, pero que era un siglo que había perdido la ilusión, que la muerte se poducía producir de forma industrial, cuando su madre le empieza a escribir desde Barcelona, desde que empieza a leer lo que dicen los periódicos es cuando el Guernica comienza a ser" explica frente al cuadro Manuel Borja Villel.

Sobre la restaruración del cuadro, el director del Reina Sofía recuerda que "la pintura es frágil. Picasso nunca ponía barniz, ahora hay sistemas para sacar el barniz sin tocar la pintura y la idea es sacar las capas de barniz y los matices de grises y negros salddrán a la luz. Picasso era muy consciente de que tenía que hacer una obra histórica; los caballos, la lengua que es como un espada, representa la pontencia, el grito del artista, el grito de resistencia contra la brutalidad del ser humano".

Inocencio Arias recuerda lo que costó traer el cuadro a España, "fue una labor detectivesca; encontramos el documento que testificaba que este cuadro había sido encargado por la República y tenía que venir a España porque era el deseo de Picasso. Maya una de las hijas de Picasso, fue la má reacia, hubo un pleito hasta conseguir que el 'Guernica' se quedara en Madrid porque el País Vasco, Málaga también querían que lo llevaran y fue el propio Dumas, abogado de Picasso, quien tuvo que decir en varias ocasiones que Picasso quería que el 'Guernica' volviera a España que nunca volviera a salir y que estuviera en Madrid, en el Prado o donde fuera. Paloma fue receptiva al principio, luego también puso algún problema".