El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha trasladado este jueves al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una breve conversación informal, que el proceso independentista "no ha acabado" y ha asegurado al presidente galo, Emmanuel Macron, que "Cataluña quiere ser un socio europeo".

Con ese, "el proceso independentista no ha acabado", Aragonès ha querido rebatir la tesis que sostiene la Moncloa. Y el Gobierno como ha sabido el jefe de Política de la Cadena COPE, Ricardo Rodríguez, vuelve a hacer equilibrios y destaca que el presidente de la Generalitat ha formado parte de la delegación de bienvenida pese a que se ha marchado antes de la ceremonia de honores militares y la interpretación de los himnos nacionales.

Moncloa insiste en que las relaciones están engrasadas y son permanentes y subrayan ese aparte, breve aparte, entre Sánchez y Aragonès aunque haya sido para decirle que el procés está vivo.

Tampoco les molesta que el presidente autonómico le haya dicho a Emmanuel Macron, que "Cataluña quiere ser un socio europeo".

La Moncloa conocía de antemano que Aragonès iba a hacer el desplante en los himnos a las dos delegaciones y también lo pasa por alto. Lo excusa en que ERC recibe mucha presión como han evidenciado los abucheos a Oriol Junqueras.