Así siente la oración el obispo auxiliar de Valencia: "La oración no es posible sin la humildad del corazón"

Don Javier Salinas ha ofrecido su reflexión sobre el Evangelio de este sábado de Cuaresma, 21 de marzo 

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El obispo auxiliar de Valencia, Don Javier Salinas, se ha referido en su comentario sobre el Evangelio de este sábado de Cuaresma, día 21 de marzo, a la actitud que hemos de adoptar a la hora de orar, siempre con humildad; 

"La parábola del Fariseo y el Publicano se refiere a la humildad del corazón de quien ora. La Iglesia no deja de repetir la síntesis de esta parábola cuando invita a todos a decir: "Señor, ten piedad". En realidad, el hombre es un mendigo de Dios. Y es la humildad la actitud fundamental desde la que es posible orar. En este tiempo de incertidumbre y también de oscuridad, es necesario elevar nuestra oración, que es siempre un combate que nos hace ir más lejos y nos permite abandonarnos en aquel que es más fuerte que nosotros. 

En el libro 'El Catecismo de la Iglesia Católica', Santa Teresa de Jesús habla en la cuarta parte de la oración, a la que se refiere con esta expresión: "Para mi la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el Cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto en medio de la prueba como en medio de la alegría".

Es una buena descripción de lo que significa la oración, que siempre es alimento de nuestra vida. Pero es imposible sin la humildad. La humildad a la que nos invita el Evangelio de hoy, que en último término es la realización de la primera bienaventuranza: "Dichosos los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos". 

Solo con un corazón humilde desde la pobreza de nuestro límite, es posible levantar los ojos a aquel que es amor y más fuerte que nosotros. Nos sostiene y nos guía en nuestro camino".

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