El movimiento que rehabilita lugares abandonados para rezar y acompañar a los enfermos

Los Reconstructores en la oración son un movimiento italiano que restablece ubicaciones abandonadas para ofrecerlas como centros espirituales

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Detrás de esa tupida barba, esa sonrisa y esos ojos amables se encuentra el Padre Guidalberto Bormolini. Este sacerdote italiano de 51 años pertenece a los Reconstructores en la Oración, un movimiento italiano de la década de los 80 y presente en 50 centros en varias regiones del país. El P. Bromolini se dedica, como parte de esta asociación de fieles, a la rehabilitación de espacios físicos para que sean lugares de reparación espiritual, para los necesitados.

El reto actual que está afrontando, como cuenta la revista Credere, es la reconstrucción de los 12 edificios de un pueblo en el valle del Bisenzio, en la Toscana, en el centro de Italia. Lo hace a través de la fundación Todo es la vida y su objetivo es convertir el emplazamiento en un lugar donde acompañar a las personas con enfermedades incurables que lo deseen. Eso significa tratarles como personas, no como moribundos, recuerda en la entrevista concedida al medio italiano.

Bormolini recuerda que esta clase de proyectos se orientan al cuidado de la persona en un momento clave de la vida: la muerte. Defiende que hay que afrontarlo, también, para apreciar la vida. "Intentamos en todos los sentidos cancelar la muerte, pero si olvidamos que debemos morir, desperdiciamos nuestra vida", explica.

El pueblo que van a tratar de levantar va a incluir un hospicio equipado, pero también una sala de oración, una casa para los consagrados o un centro para cultivar la expresión artística, entre otras previsiones. En definitiva, para que personas sanas y enfermas se acompañen desde el rezo y la convivencia. Por esa razón, añade que este lugar también es para quienes sufran de otros males, porque, recuerda, "quizás estés 'enfermo' de no haber amado lo suficiente". Para ofrecer una atención sanitaria adecuada, asegura que están trabajando en un acuerdo con el sistema de salud pública.

El sacerdote insiste en que la muerte también es momento de elegir la vida o para que se produzca un cambio en las personas. "Los enfermos tienen derecho a saber que van a morir. De hecho, los estudios científicos - según Bormolini - muestran que aquellos que son conscientes cambian su propia escala de valores, se vuelven más altruistas ... Para elegir la vida nunca es demasiado tarde, incluso si está a punto de morir".

Los Reconstructores en la Oración surgieron por iniciativa del monje Gian Vittorio Cappelletto. Su finalidad es rehabilitar lugares abandonados para transformarlos en centros espirituales. En la actualidad, reporta Credere, la asociación cuenta con un centenenar de consagrados, 30 de ellos sacerdotes y cientos de voluntarios.

Guidalberto Bormolini apostó por esta forma de vida, el sacerdocio y los Reconstructores, a los 26 años. Después de un retiro espiritual siguiendo este carisma, decidió que quería dedicarle su todo. Así, lleva ya casi 20 años desde que se ordenó sacerdote en el año 2000, buscando ubicaciones donde ayudar a reconstruir las vidas de las personas desde la oración.

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