El cardenal Cobo ve "imprescindible" reformar los órganos de toma de decisiones en la Iglesia

En la carta pastoral 'La Pascua de los discípulos', el arzobispo de Madrid pide continuar dando pasos "sosegados pero firmes para que seamos una Iglesia más sinodal"

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El arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, considera “imprescindible revitalizar los órganos de toma de decisiones, los consejos y los espacios de diálogo y discernimiento” para que el laicado (hombres y mujeres) adquiera mayor responsabilidad para continuar dando pasos “sosegados pero firmes para que seamos una Iglesia más sinodal”.

“Seguimos necesitando diversos liderazgos, un reparto de servicios y responsabilidades entre los que se encuentra la toma de decisiones”, asegura el cardenal Cobo en la carta pastoral 'La Pascua de los discípulos', en la que invita a los fieles a ser conscientes de este momento que vivimos.


"El papel de los laicos es fundamental para la evangelización"

Y es que para el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, cada laico bautizado comparte la responsabilidad de llevar a cabo la misión de la Iglesia en el mundo, desde su comunidad hacia cada diócesis, en comunión con la Iglesia universal: “Los laicos son llamados a vivir su fe en medio de las realidades temporales, como son la familia, el trabajo, la política, la cultura y la sociedad en general. Su papel es fundamental para la evangelización y la transformación de las estructuras sociales a la luz del Evangelio”, se puede leer en la carta pastoral.

El arzobispo de Madrid reconoce que cada vez hay mayor participación de fieles en los ministerios laicales (acólito, lector y catequista), si bien advierte de que este compromiso no se está viendo reflejado“en la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico”.

De ahí que el cardenal Cobo pida seguir creciendo en el discipulado y en la llamada a la santidad, ya que eso conducirá a “implicarse en la vida discipular y misionera del seguimiento de Cristo en la vida familiar, en la profesional, en el plano social, político, económico y cultural”, ha sostenido.

A su juicio, se trata de integrar tres realidades: Cristo, Iglesia y sociedad, que son los ejes en las que se expresan la condición bautismal del laicado: “Discípulo de Cristo, miembro corresponsable de la Iglesia-comunión desde los diversos ministerios, oficios y funciones, y constructor del Reino de Dios desde la coherencia y la santidad de vida. Para todo ello, la formación constituye un desafío pastoral de primer orden diocesanamente”, ha manifestado.

En su carta pastoral de Pascua, el arzobispo de Madrid también hace hincapié en que todo el pueblo de Dios es llamado, pero no se puede ir en solitario, sino que el Señor “nos llama para formar parte de su pueblo y para estar siempre en Él”.

Al hilo de esta idea, Cobo argumenta que la sacramentalidad en la Iglesia no solo pertenece a unos pocos, sino a todos los fieles: “Es por ello por lo que intentamos dar pasos que nos alejen del llamado clericalismo que tanto ha subrayado el Papa Francisco y que lejos de impulsar los distintos aportes y propuestas, poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos”, ha alertado.

"La sinodalidad no es una moda teológica"

De esta manera se da pasos en la sinodalidad, que como afirma el titular de la archidiócesis madrileña, “no es una moda teológica, sino un modo de ser Iglesia que tiene que ver con rasgos identitarios básicos como comunión, participación y misión”.

Para Cobo, este proceso sinodal no será creíble si no interroga “nuestra formas de expresar y vivir la comunión”, y si no contribuye a impulsar “comunidades vivas y familiares, espacios de acogida y escucha, hogares en medio de la vida diaria que saben que su centro no es la ideología ni el querer evadirse de la realidad, sino la experiencia de Cristo, viviendo eso como el pilar que genera la verdadera comunión entre ellos, el deseo de complementarse, de dialogar, de crecer en diversidad”, ha señalado.

Al final de la carta, el cardenal Cobo invita a todos a reflexionar sobre estas propuestas y comentarlas con grupos, comunidades o parroquias: “También existe la posibilidad de que se le entregue al vicario territorial dichas reflexiones por escrito, así como a los párrocos o al consejo pastoral parroquial. Igualmente, desearía que los mismos consejos de pastoral puedan conocer esta carta pastoral y reflexionar sobre las preguntas que se plantean”, ha pedido el arzobispo de Madrid.

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