Valencia envía cuatro toneladas de medicinas a Cuba: "En las farmacias no hay nada, absolutamente nada"

Desde analgésicos hasta antigripales: La parroquia de San Miguel de Soternes y la delegación de Inmigrantes envía un centenar de maletas "para paliar la dramática escasez"

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La parroquia de San Miguel de Soternes de Mislata, junto con la delegación diocesana de Inmigrantes del arzobispado de Valencia, ha enviado a Cuba cuatro toneladas de medicinas desde que impulsó hace ahora un año una campaña de recogida de medicamentos para paliar la escasez y la dramática situación que vive este país.

La recogida y el envío se realiza en las maletas de pasajeros que vuelan a la isla, a los que se les abona el exceso de equipaje, tal y como explica Olbier Hernández, párroco de San Miguel Soternes y delegado diocesano de Inmigrantes. Una campaña que sigue activa pero a la que se le ha querido dar un impulso con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.

También alimentos no perecederos

En Valencia, un equipo de voluntarios está en contacto con farmacias y hospitales para recoger medicinas. En la parroquia se encargan de recibir, clasificar y empaquetar las medicinas y productos donados, que posteriormente se envían a Cuba, con la ayuda de personas que viajan en avión a la isla. A cada cubano que viaja a la isla, la parroquia le paga una maleta de 23 kilos, que tiene un coste de unos 125 euros. La llenan con lotes de medicamentos dermatológicos, digestivos, respiratorios, cardiovasculares o antibióticos.

Lo que más demandan desde Cuba son antibióticos, tanto infantiles como de adultos, medicamentos para la tensión y materiales como mascarillas, batas y jeringuillas, aunque también se puede donar material de aseo y latas de alimentos no perecederos.

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Cáritas parroquiales y congregaciones en Cuba

Una vez que llegan a Cuba, las maletas se entregan en las parroquias. “Son las Cáritas parroquiales y las congregaciones religiosas las que los reparten, bien porque la gente se acerca a las parroquias a pedir el medicamento que les ha prescrito el médico, o bien porque ya mandamos el tratamiento para personas concretas, con sus nombres y apellidos”, explica el delegado.

“A veces recibimos peticiones urgentes porque no hay agujas o antibióticos para las operaciones, o necesitan tratamientos prolongados de cáncer o enfermedades crónicas. Cualquier medicina que mandemos, cualquier analgésico, cualquier cosa sirve porque en las farmacias no hay nada, absolutamente nada”, añade.

Más de cuatro toneladas

Conforme indica el delegado diocesano de Inmigrantes, esta ayuda la seguirán prestando hasta el próximo mes de diciembre. “Hasta entonces el gobierno cubano permite que los particulares lleven medicamentos en sus maletas. De esta manera, yendo particulares con las maletas cargadas de medicamentos, hemos introducido ya en Cuba más de cuatro toneladas”.

Hasta ahora, “solo nos han requisado dos maletas porque iban dirigidas a un conocido opositor político, doctor en psicología, Fariñas, que estuvo en Valencia y quisimos hacerle llegar dos maletas de medicamentos”, reconoce.

Este proyecto pasará a partir del mes de diciembre al área de cooperación de la recientemente constituida fundación ‘Toca a mi puerta’, de la misma parroquia de San Miguel de Soternes.


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