Vladimir Revutskyy, nuevo sacerdote en la diócesis de Cartagena: “Gracias, Padre, por el día de mi ordenación”

Iniciará su servicio en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Murcia, donde será vicario parroquial, y comenzará esta nueva etapa con ilusión y entrega

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La iglesia de Santiago el Mayor de Murcia fue testigo este domingo de la ordenación de un nuevo sacerdote: Vladimir Revutskyy Matsevko, que recibió el Orden Sacerdotal en la celebración presidida por el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes.La ceremonia, que dio comienzo a las 20:00 horas, estuvo arropada por los rectores y formadores de los seminarios; así como por sacerdotes, seminaristas; y los familiares y allegados del ordenado que, con emoción, participaron en la celebración.



En su homilía, el obispo de Cartagena trajo a la memoria al apóstol Santiago, patrón del templo que los acogía, y también a los demás Apóstoles y mártires que fueron coherentes en su misión de ser testigos del amor y misericordia de Dios hasta ofrecer su vida: “Ellos nos han enseñado que no hay más que un camino para el Evangelio, solo un camino para el cristiano y el sacerdote, que es el que recorrió Jesús: hacer la voluntad de Dios. Así harás como hizo Jesús, que no vino a ser servido, sino a servir, a dar la vida en rescate por nosotros”.

"Dios te ha hecho un gran regalo"

El obispo recordó cómo Dios le permitió a Vladimir venir a esta tierra desde Ucrania con su familia, y cómo, al vivir su fe en el rito greco-católico, la Santa Sede le ha dado permiso para ordenarse por el rito latino, como pedía su vocación. “Hoy comienzas una etapa en tu vida muy bella, cargada de sentido. Dios te ha hecho un gran regalo”, le dijo el prelado. Y para cuidar ese regalo que es el sacerdocio, el obispo le dio tres indicaciones que el Papa Benedicto XVI propuso tiempo atrás: cuidar la vida de oración, porque “sin una relación personal con el Señor nada de lo demás puede funcionar”; atender de forma especial a los enfermos, dispersos y necesitados, tarea que requiere que el sacerdote conozca a sus fieles “como el Buen Pastor conoce a sus ovejas”, los escuche y acompañe; y, por último, anunciar el reino de Dios, que debe vivir en primera persona. “Estos van a ser los tres imperativos esenciales de tu vida y de tu ministerio. Dios te ayudará a ser testigo de su amor”, decía el obispo.

"Gracias, Padre, por esta preciosa diócesis"

Al término de la celebración, en su acción de gracias, Vladimir no pronunció unas palabras que hubiera escrito con antelación. Simplemente oró y se dirigió a Dios: “Gracias, Padre, porque siempre me escuchas. Gracias por la tierra donde nací. Gracias por mi familia, por mis padres. Gracias, Padre, por traerme a España, a Murcia. Gracias por llamarme a los 21 años hacia ti, por regalarme una comunidad. Gracias por cada hermano”. También dio gracias a Dios por permitirle entrar al seminario, por sus formadores, sus compañeros y el obispo. “Gracias, Padre, por esta preciosa diócesis, y por el día de hoy, mi ordenación”, cerró sus palabras.

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