Los jesuitas en México denuncian la impunidad a un mes del asesinato de dos sacerdotes: "Esperamos justicia"

La Compañía de Jesús en México reiteró su llamado a abrir espacios de diálogo para revisar la actual política de seguridad y agradeció la solidaridad nacional e internacional

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Los jesuitas en Méxicohan denunciado la impunidad del asesinato de los dos sacerdotes de la orden y los dos laicos en la comunidad de Cerocahui, en el estado de Chihuahua. Ha pasado un mes del “doloroso asesinato” de Javier Campos y Joaquín Mora y la Compañia de Jesús “sigue exigiendo justicia”, indicó la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús en un comunicado difundido el pasado miércoles.

“Estamos convencidos de que si prevalecen – como hasta ahora – la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz”, se puede leer en el comunicado. Los dos jesuitas fueron asesinados por intentar defender a un hombre que buscaba refugio en el templo de Cerocahui y que era perseguido por un hombre armado.



Durante el mes de julio han venido “manifestado a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno que para la Compañía de Jesús es prioritario que se garanticen los derechos de las comunidades rarámuri”, también conocidos como tarahumaras, pueblos indígenas de Chihuahua. “La atención que sobre la región ha generado este lamentable hecho que sacudió al país no puede ser coyuntural: se deben revertir las causas estructurales de la violencia en la Sierra, que prevalecen desde hace décadas”, ha denunciado la Compañía de Jesús.

Ante la ausencia de Estado en la región, los jesuitas creen que es “indispensable que continúen presentes de forma provisional las fuerzas federales, con los protocolos adecuados para interactuar con culturas indígenas y asegurando el respeto irrestricto de los derechos humanos, hasta que se reconstruyan las condiciones de paz en las comunidades de la Tarahumara”.



Para la Compañía de Jesús en México “el intempestivo asesinato” de dos de sus hermanos jesuitas les “remite a la vivencia de tantas víctimas de la violencia que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido”. Por eso, recordaron “a las familias de personas desaparecidas, a las víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa, a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor, a las personas desplazadas por la violencia, a tantas y tantos que – como nosotros – también esperan una justicia que no llega”.

Los jesuitas reiteraron su llamado a abrir espacios de diálogo para revisar la actual política de seguridad y agradecieron la solidaridad nacional e internacional.



Finalmente, subrayaron: “La memoria de nuestros queridos Joaquín y Javier, de las demás víctimas de Cerocahui, y de tantos dolientes que en México no reciben la misma atención, nos llaman a no consentir la impunidad y a trabajar por la reconstrucción del tejido social”.

Sabemos que en ese camino seguiremos coincidiendo con miles de mexicanos y mexicanas que anhelan un país con paz, justicia, dignidad y derechos humanos”.


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