Isabel Celáa, segundo embajador ante la Santa Sede desde 1977 que no pertenece a la carrera diplomática

La exministra socialista de Educación es el decimocuarto nombramiento de España desde 1977, la tercera mujer

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España tiene nueva embajadora ante la Santa Sede: Isabel Celáa. Su nombramiento aparece publicado en el BOE de hoy miércoles, 26 de enero. La exministra de Educación en el gobierno de Pedro Sánchez encamina, pues, sus pasos a Roma, donde toma el relevo de María del Carmen de la Peña Corcuera. Celáa (Bilbao, 1949) se convierte así en la tercera mujer que accede a este relevante puesto —uno de los más importantes de la carrera diplomática—, después de María Jesús Figa López-Palop (2011-2012) y la propia Peña Corcuera (2018-2021).

La política socialista es licenciada en Filosofía, Filosofía Inglesa y Derecho, así como catedrática de Lengua y Literatura Inglesa, pero no diplomática de carrera. Antes de ejercer como ministra de Educación, fue consejera de esta misma rama en el gobierno vasco y presidenta de Asuntos Europeos y Acción Exterior de su parlamento.

Celáa es el segundo representante del Reino de España ante la Santa Sede que no procede de la carrera diplomática. El otro, a propuesta también del PSOE, fue Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña (1983- 2006), diputado, senador y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, quien fue embajador entre 2006 y 2011. Católico practicante, Vázquez se dio de baja como militante socialista en 2014.

La embajada más antigua

La embajada ante la Santa Sede es la más antigua del mundo. Fue erigida por los Reyes Católicos en 1482, cuando España ni siquiera existía tal cual hoy es. Desde entonces el palacete de la Plaza de España de Roma, donde tiene su sede, ha sido ocupado por condes, duques, marqueses, cardenales y hasta futuros presidentes de gobierno. Entre sus inquilinos ilustres, y solo en el siglo XIX, están, por ejemplo, Francisco Martínez de la Rosa (presidente del Consejo de Ministros en 1834), Ríos Rosas (presidente del Consejo de los Diputados) o Francisco Javier de Istúriz, presidente también de gobierno.

Desde la instauración de la democracia, y contando a Celáa, España ha tenido catorce embajadores ante la Santa Sede. El primero de ellos fue Ángel Sanz-Briz (1977-1980). Al conocido diplomático —apodado «el ángel de Budapest» o el «Schindler español» por su contribución a la salvación de ciudadanos judíos en la Segunda Guerra Mundial—, le siguieron José Joaquín Puig de la Bellacasa y Urdampilleta (1980-1983); Nuño Aguirre de Cárcer y López de Sagredo (1983-1985); Gonzalo Puente Ojea (1985-1987); Jesús Ezquerra Calvo (1987-1992); Pedro López Aguirrebengoa (1992-1997); Carlos Abella Ramallo (1997-2004); Jorge Dezcallar de Mazarredo (2004-2006); Francisco Vázquez Vázquez (2006-2011); María Jesús Figa López-Palop (2011-2012); Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga (2012-2017); Gerardo Ángel Bugallo Ottone (2017-2018); y María del Carmen de la Peña Corcuera (2018-2021).

A excepción de Vázquez y Celáa, todos ellos son diplomáticos de carrera. De todos los nombramientos, el más polémico fue el del filósofo y ensayista gallego Gonzalo Puente Ojea, divorciado y agnóstico confeso, primer embajador del gobierno de Felipe González. Su sucesor, Ezquerra, fallecido en junio del pasado año, llegó a Roma para recomponer la relaciones tras desempeñar previamente en Madrid el importante puesto de director general de Asuntos Religiosos. Dezcallar, por su parte, fue enviado a Roma por José María Aznar tras desempeñarse como jefe de los espías españoles al frente del Centro Superior de Información de la Defensa, antecesor del actual CNI.

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