El Vaticano firma un acuerdo con la República de Santo Tomé y Príncipe para avanzar en el bienestar ciudadano
El acuerdo implica dotar a la Iglesia de personalidad jurídica, así como consolidar los lazos de cooperación con el país africano para trabajar en el bienestar de sus ciudadanos
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El Vaticano ha firmado un acuerdo con la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe, perteneciente al continente africano, por el que se consolidan los lazos de cooperación entre ambas instituciones con el objetivo de trabajar por el bienestar espiritual y material de la persona humana, así como por la promoción del bien común.
El acuerdo, firmado este lunes, 15 de agosto, ha sido redactado en italiano y portugués y compuesto por 28 artículos, entrará en vigor con el intercambio de los instrumentos de ratificación. Establece el reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia católica y de las instituciones eclesiásticas y define el marco jurídico de las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
Así lo ha confirmado la oficina de prensa de la Santa Sede este martes a través de un comunicado, donde se especificó que la reunión tuvo lugar en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Santo Tomé. Al acto asistieron António Lungieki Bengui, Administrador Apostólico sede vacante de la Diócesis de Santo Tomé y Príncipe; Manuel António Mendes dos Santos, obispo emérito de la diócesis de Santo Tomé y Príncipe; Christopher Seiler, Secretario de la Nunciatura Apostólica en Angola y en Santo Tomé y Príncipe; el Padre Telmo da Glória Serôdio, Canciller de la Curia de Santo Tomé, y la Sra. Maria Madalena Cravid, Secretaria de la Curia.
También participaron el Embajador Carlos Castro, Director del Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores; la Sra. Melany dos Santos, Jefa de Gabinete del Ministro de Asuntos Exteriores, y el Sr. Embajador Mateus Meira Rita, Asesor del Ministro de Asuntos Exteriores.
Cabe recordar que, durante su viaje a África en 2009, el Papa Francisco se reunió con los episcopados de Camerún, Angola y San Tomé y Príncipe, donde reafirmó “la urgencia de la evangelización, que compete en primer lugar a los obispos, subrayando la dimensión colegial fundada en la comunión sacramental”.
También invitó a los prelados a “promover la pastoral del matrimonio y de la familia, de la liturgia y de la cultura, también para que los laicos puedan resistir al empuje de las sectas y los grupos esotéricos”, así como a proseguir en “el ejercicio de la caridad y la defensa de los derechos de los pobres”.
Según las últimas encuestas, el 94,4% de la población de este país profesa el Cristianismo y el porcentaje de creyentes ha aumentado en los últimos años llegando a alcanzar un 98,76%.
