San Fidel de Sigmaringa, pastor de los pobres

El Señor viene para traer la paz y la unidad que brotan de su Gloriosa Resurrección, tal y como les comunicó a los suyos. Hoy celebramos a San Fidel de Sigmaringa, transmisor de Fe, paz y alegría.Llamado realmente Marcos Roy, había nacido en Sigmaringen (Alemania) en 1578, y era hijo del Burgomaestre. Estudiante de leyes en Friburgo de Brisgovia, siempre llamó la atención por sus dotes intelectuales.

Doctorado en Derecho, siempre tuvo gran sensibilidad hacia los necesitados. Por eso se le llamó el “abogado de los pobres”. Sin embargo, con el paso del tiempo, notaría a través de algunas realidades humanas la esterilidad del oficio de abogado, asumiendo la posibilidad de seguir otros caminos. Es una opción para seguir lo que asegura San Pablo de que todo lo estimo pérdida en comparación con Cristo y por su Evangelio.

Así se ordena sacerdote a los 35 años y se impone el nombre de Fidel con el propósito de ser fiel al Señor hasta la muerte. Con el paso del tiempo, fue profundizando en la formación teológica, además de la vivencia mística y ascética, manifestada en la penitencia que hacía diariamente. Superior de diversos conventos, se adentró en el temor de Dios y el servicio al prójimo, fomentando las misiones populares.

Suiza, Austria o el Sur de Alemania, fueron los lugares donde esparció la semilla de Cristo, en medio de un ambiente protestante. Cuando el Papa Gregorio XV fundó la Sagrada Congregación de la Propaganda FIDE -Congregación para la evangelización de los pueblos-, él la secunda. Por entonces hay muchas guerras y desavenencias religiosas entre católicos y protestantes. Su intento de poner paz le hace pagarlo muy caro con su propia vida. San Fidel de Sigmaringa muere mártir el 24 de abril del año 1622.