Santoral

San Jorge, testigo de la Victoria Pascual de Cristo

La Pascua sigue avanzando en medio de la alegría del Resucitado que hoy se nos presenta como un Viajero casual que se encuentra a propósito, por encima de apariencias con dos discípulos que van a Emaús. Su conversación con el Señor y su experiencia única la sentarse a la mesa cuando le ven partir el pan, les llena del Gozo de Cristo que Vive. Hoy, en medio del III Domingo del Tiempo Pascual, celebramos a San Jorge, testigo de la Victoria del Señor sobre el mal.

Su nombre, proviene del griego y significa “agricultor, que trabaja en la tierra”. Santo muy popular, pocos datos se conocen de él, pero los suficientes para saber de su santidad y costumbres. Su nacimiento se sitúa en el siglo III, en Turquía. Pronto se vería estimulado en el oficio de militar, que tenía su padre. Según cuenta la tradición, un dragón asoló la zona de Libia, atemorizando a los habitantes de los pueblos próximos.

Entonces Jorge, se ofreció para luchar contra aquella alimaña, pidiendo que orasen por él para que venciese en tan singular combate. Posteriormente, profundiza más en el Mensaje Salvador del Evangelio, cuando el Señor invita a dejarlo todo para tener un Tesoro en el Cielo. Así es como venderá todos sus bienes, distribuyendo las ganancias entre los pobres y renunciandoa su antigua carrera militar.

Guiado por su celo evangélico se enfrentará a las autoridades romanas, representadas entonces por los Emperadores Diocleciano y Maximiliano. A esto se une el recrudecimiento de la persecución hacia todos los que crean en el Nombre de Jesús. Detenido por declararse cristiano y alentar desde la Fe a quienes iban a sufrir el martirio, San Jorge morirá decapitado al comenzar el siglo IV, en Lyda –Palestina-. Su culto se difundió pronto por toda la zona anglosajona de la que el Santo es Patrón.


dd/mm