Santoral

La Santa Faz: Huella del Misterio Pascual

Decía San Francisco de Asís que cuando contemplaba las flores le hablaban del Creador y Redentor. También dice un cantar que todo tiene tu huella Señor porque Tú eres el Dios del Amor. Hoy, precisamente, conmemoramos La Santa Faz. Hace pocos días al seguir en la Cuaresma y en Semana Santa el Ejercicio del Vía Crucis con la contemplación del camino que sigue el Señor para llegar a la Cruz y salvarnos, la Sexta Estación recuerda a Verónica que enjuga el Rostro de Jesús.

Eso quedó impreso en el lienzo. Cuenta la tradiciónm que el sacerdote alicantino Pedro Mena viajó a Roma donde le obsequiaron con un lienzo de la Santa Faz. Esta reliquia sanó a Venecia de una terrible peste que la había asolado tiempo atrás. El religioso lo guardó en un arcón y casualmente siempre aparecía en la parte suprerior. Cuando hizo una parada en su viaje de regreso observó que brotaban lágrimas de él.

Debido a este hecho milagroso decidieron construir allí un Monasterio para entronizarla, que le pusieron bajo la custodia de los Jerónimos. Así se le daría en adelante el culto debido. Posteriormente fue un Convento perteneciente a las Madres Clarisas procedentes de las Damas pobres de Santa Clara de Gandía. Durante la persecución religiosa del siglo pasado, el velo fue puesto a salvo providencialmente.

En la historia reciente, el año 2019, la Comunidad de Canónigas Regulares Lateranenses de San Agustín del Monasterio de la Preciosísima Sangre de Cristo de Alicante se hacen cargo del lugar. Tras los permisos recibidos de la Santa Sede pasarán a llamarse Comunidad de Canónigas Regulares Lateranenses de la Santa Faz. La devoción privada, además, se manifestó en las Letanías de la Santa Faz, compuestas en el siglo XVII.


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