Santoral

San Atanasio, inmortal defensor del Dios Salvador

El Hijo Único que está en el Seno del Padre es quien nos ha dado a conocer a Dios. Así habla San Juan en su Prólogo y así lo difundirán los Santos de todos los tiempos con su palabra, obra y escritos. Hoy celebramos a San Atanasio, cuyo nombre –de procedencia griega- significa inmortal. Él fue un firme defensor de la Divinidad de Jesucristo, en aquellos momentos de turbulencia doctrinal, apenas habían cesado los cruentos años de persecución de Roma contra la iglesia.

Nacido en Alejandría (Egipto), el año 295, al llegar a la adolescencia estudiará derecho y Teología. Después se retiró a un lugar solitario para vivir en la más absoluta soledad a la semejanza de los eremitas. Precisamente conocerá a algunos y, entre ellos, a San Antonio Abad.De este último será su biógrafo, y ofrecerá un verdadero testimonio. De vuelta nuevamente a la ciudad se dedica a un servicio completo a Dios.

Por entonces, Arrio estaba difundiendo el error de que Cristo no era Hijo Natural de Dios, sino que era adoptivo. Para tratar este problema se convocó el Concilio I de Nicea, en la ciudad de Asia Menor del mismo nombre. En él tuvo mucho influjo Atanasio que era diácono y que acompañaba a Alejandro, Obispo de Alejandría. En él se condenó el arrianismo por ser una doctrina herética, reafirmando la Fe en le Señor Jesús, Hijo Unigénito de Dios, de la misma Naturaleza que el Padre.

Pasados cinco meses es elevado a la Sede alejandrina tras morir el Titular. Su Ministerio estuvo lleno de dificultades porque fue desterrado varias veces por culpa de la citada desviación herética. Esta fue la constante de su Episcopado, del que también perduran las numerosas obras en defensa de la Fe, así como las muchas aportaciones teológicas que le han otorgado el merecido título de Doctor de la Iglesia. San Atanasio de Alejandría, morirá en el año 373.


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