El insomnio es uno de los problemas más recurrentes en la mayoría de personas en nuestro país. Casi siempre conocemos casos en los que alguien tarda mucho tiempo en quedarse dormido por la noche, o incluso en mantenerse despierto durante horas o desvelarse de manera reiterada, a lo largo que pasan las intempestivas nocturnidades.

El dormir mejor o peor, comienza desde antes de sacar la manta y acurrucarnos en nuestro colchón; arranca en el momento de la cena. Los expertos recomiendan no excederse con los alimentos a esa hora de la noche, sino que es más conveniente tener cenas mucho más ligeras, para evitar que nuestro estómago trabaje en exceso durante esos momentos en los que nuestro cuerpo necesita más reposo para llegar antes a relajarse. Sin embargo, en muchas ocasiones ese proceder no es suficiente para conciliar el sueño correctamente, y se tiende a recurrir a algún tipo de medicamento que pueda ayudar a quedarse dormido con más acierto.

Las recomendaciones más apropiadas es la de realizar ejercicio físico. Tampoco es necesario someterse a una paliza física que acabe con nuestras fuerzas, sino que una dosis de media hora o cuarenta y cinco minutos, podría servir para que nuestro cuerpo se encuentre con la necesidad de descansar después de una jornada en la que hemos sometido a esfuerzo nuestro cuerpo. El ejercicio es muy conveniente y necesario, no solo para estar en mejor forma física, sino que también para ayudarnos a descansar.

El secreto de la técnica 4-7-8

La clave para acelerarlo, en ocasiones, complicado proceso de dormirse que ha desarrollado el director de Medicina Integral, y docente de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, Andrew Weil. Se trata de realizar un ejercicio de respiración basado en una fórmula matemática concreta para que el cuerpo entre en un estado de relajación profunda y conseguir, así, conciliar el sueño en un santiamén. El procedimiento es el siguiente:

-Coloca la punta de la lengua detrás de los dientes superiores frontales, justo en el punto en el que empieza el paladar.

-Cierra la boca y respira por la nariz contando unos 4 segundos.

-Aguanta la respiración y mantén el aire en los pulmones durante unos 7 segundos.

-Expulsa todo el aire de los pulmones durante unos 8 segundos.

No tiene más misterio. Con estos simples pasos, procederás a relajarte en la cama y conseguir conciliar el sueño mucho más rápido. El científico encargado de sacar adelante este revolucionario método, ha señalado que tanto el proceso de inspiración como espiración debe ser ruidoso, por lo que conviene evitar hacerlo en silencio.

Como todo en la vida, cuanta más práctica e hincapié realicemos, más posibilidades de éxito tendremos al realizarlo, por lo que si contamos con algún problema de conciencia de sueño; es preferible entrar en materia con iniciativa, tener bastante paciencia en los primeros días, y perfeccionar la técnica a medida que pasan los días.