Los problemas de salud mental van en aumento entre los docentes, sobre todo tras la pandemia del Covid. Una situación alarmante ante la cual hay que tomar medidas, como así lo exige Comisiones Obreras.

El sindicato ha alertado del desmedido aumento de estos casos en el profesorado y califica el problema como "emergencia social". En nuestra Comunidad Autónoma ya hay casos muy alarmantes como el de un centro con 13 docentes, de los que 7 están de baja por problemas de convivencia y presunto acoso. Un asunto que se leva denunciando "desde octubre", aunque la activación del protocolo vigente solo ha acrecentado el problema, ya que este, según CCOO, no protege ni a las víctimas ni a los testigos.

También han puesto el ejemplo de otro docente que ha venido sufriendo "homofobia" y encontró una pintada con su nombre en el patio realizada por familias del centro, ante la que no supo como defenderse y encima recibió una sanción por parte de la administración.

Para la secretaria general de enseñanza, Conchi Sánchez, estos casos demuestran la urgencia de tomar cartas en el asunto y poner en marcha planes, protocolos y medidas urgentes para acabar con este tipo de situaciones. "Los temas de salud mental en educación están invisibilizados y es hora de darles la visibilidad que se merecen", explica Sánchez.

Entre las medidas que contempla el sindicato está, implantar un coordinador de prevención de riesgos Laborales en todos los centros, que se reduzcan las ratios tanto en Primaria como en Secundaria hasta alcanzar los 20 alumnos por aula o que se implemente la figura del coordinador de bienestar, además de formación en prevención y que la Inspección ayuda en vez de fiscalizar y sancionar a los docentes afectados.

Barómetro

Para justificar estas peticiones, CCOO ha expuesto los datos del Barómetro Internacional de la Salud y del Bienestar del Personal de Educación, elaborado entre 11 países y en el que han participado más de 26.000 personas, unas 3000 de España.

Un estudio que refleja que el 40 por ciento del profesorado presenta ansiedad, depresión y un alto grado de desesperación; el 65 por ciento está estresado; el 84% no se siente reconocido ni valorado; el 25 por ciento del profesorado ha sido víctima de violencia y el 44% ha sido testigo de algún caso. En cuanto a los agresores, un 14 por ciento son alumnos, un 12 por ciento familiares y un 1,7% personal.

Pese a todo, el 84% de los encuestados dicen haber ido al trabajo enfermo porque son conscientes de que las bajas no se cubren y no quieren dar más trabajo a sus compañeros.

Unos datos preocupantes y alarmantes y que deben hacer reflexionar para que se dé visibilidad a la salud mental en España.