Pues este lunes nos deja, también, la historia de Marina Gimeno y de su abuelo Lluís. Este señor de 80 años mantiene un par de campos de cebollas cerca de su casa, en Alboraya, en Valencia. Los cuida por amor al campo y, también, por mantenerse activo. Lluís no espera hacer negocio con ellos, pero tampoco quiere perder dinero. Por eso, cuando este año le dijeron que le pagaban 7 céntimos por kilo, este hombre se dio cuenta de que la venta iba a pérdidas.

Y ahí es cuando entró en escena su nieta. Marina, cansada de ver cómo año tras año, a su abuelo le pagaban cada vez menos por las cebollas, decidió ofrecerlas por Internet. Lo hizo desde su perfil de Instagram donde apenas le seguían 200 personas. Pero la publicación se viralizó y empezó a escribirle gente de toda España. Las cebollas las querían en Barcelona, Ibiza, y en Málaga. Pero también muchísimas personas de Valencia y alrededores.

---

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Marina G. (@marinakahlo)

---

Precisamente con las ventas a esa gente, a los vecinos de Valencia, Marina ha conseguido recuperar la inversión que hizo su abuelo. El primer reto ya está conseguido. Ahora, el siguiente será explicarle a su abuelo en qué consiste, exactamente eso de Instagram.

Es la 'Historia del día' en 'Herrera en COPE'.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado