Encendemos La Linterna desde Letonia o, lo que es lo mismo, en la frontera más al Este de la Unión Europea con la Rusia de Putin. Estamos entte el Mar Báltico y ese límite con la dictadura de Putin. Exactamente un equipo de Boinas Verdes de La Linterna nos encontramos en la base de la OTAN.

Al norte, Estonia y Finlandia. Al Este, Rusia y Bielorrusia y, después, Ucrania. Al Sur, Lituania y al Oeste el Mar Báltico y, un poco más allá, Alemania Dinamarca y la saluda al Atlántico. Estamos, sin duda alguna, en un punto neurálgico del nuevo orden mundial.

Por cierto, ¿sabemos los españoles que en esta región se despliegan más de mil soldados, con la bandera de España en el hombro, entre el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire? Solo en Letonia hay 600 soldados de Tierra con su Brigada de blindados y su batería de misiles antiaéreos.

En el Mediterráneo Central la Armada frente a Turquía y la salida del Mar Negro. Y desde ya un despliegue inédito del Ejército del Aire, desde Lituania a Bulgaria, de Estonia a Rumanía. Seis destacamentos de cazas Eurofighter, F-18 y un radar españoles protagonizan una defensa aérea de nuestro Ejército sin precedente fuera de nuestras fronteras.

¿Lo sabías? Es más, ¿lo valoramos como se merecen? Quiero pensar que sí. Y por eso, para valorarlos, este equipo de periodistas de la Cadena COPE, estamos aquí. Los países Bálticos conforman una de las regiones más delicadas del mundo. Letonia, Estonia, Lituania y Finlandia constituyen la inmensa frontera de nuestra Europa con la Rusia de Putin.

Solo con ver un mapa te das cuenta de la tensión de la zona. Sólo con imaginar el enclave de Kaliningrado, incrustado entre Polonia y Lituania, entiendes la trascendencia geoestratégica del golfo de Riga, con San Petesburgo (aquella Stalingrado) aquí arriba.

Desde esta frontera aprecio tres ángulos positivos que ha traído consigo esta maldita guerra medieval provocada por la bestia de Putin: La cultura de la Defensa, más Unión Europea y una nueva OTAN.

El aumento del presupuesto de Defensa es una muesca más en la necesidad de tomar conciencia del mundo actual y en la obligación de aprobar de una vez por todas la asignatura "Cultura de la Defensa". Quizás ahora nos demos cuenta de los riesgos y las amenazas del vecino, a pesar de los socios del Gobierno, de buena parte del Consejo de ministros y del Zapatero de turno.

Otra derivada del desastre es el mayor reconocimiento de una más y mejor Unión Europea, a pesar de los extremos de ambos lados que (¡oh casualidad!) coinciden en disimular su defensa a Putin. Desde Marine Le Pen a Pablo Iglesias, desde Berlusconni a Monedero.

Ojalá que esta catástrofe contribuya a replantear el mapa energético y las dependencias de la UE, más allá de modas demagógicas patrocinadas muchas de ellas desde Moscú y en las que hemos caído, durante años, como idiotas.

Por cierto, estos países están en alerta máxima en sus fronteras por su seguridad, por el miedo a otra avalancha de rusos que huyen de su propia dictadura y porque antes de ayer vivieron bajo la bota Soviética.

Y una tercera consecuencia: La nueva OTAN. El intento de invasión de Ucrania, por parte de un ejército medieval mezcla entre Stalin y el zar, parece que ha despertado a la OTAN. Hacia el Este (evidentemente) donde estamos y hacia el Sur. Y los primeros que lo han visto han sido Finlandia y Suecia tan progresistas y neutrales (hasta hoy).

Otra vez hacemos radio desde una frontera.

Hemos vivido las fronteras del hambre y la miseria en Venezuela, entre México y Estados Unidos. Las fronteras del terror en Camerún, Chad o el Congo... De la emigración despavorida en Libia o Canarias, en Ceuta y Melilla...

Pero no había visto la frontera de la tensión política. Del miedo a la Unión Soviética, porque la guerra en Ucrania está aquí al lado. Porque desde esta Europa hacia la Rusia de Putin no salta nadie.

¡Ah! Y mi posdata: Lo dicho. Encendemos La Linterna desde Letonia. Con nuestros soldados nuestros blindados y nuestros misiles antiaéreos. Aprendiendo geografía, orgullosos de ser españoles, europeos y valorando como se merecen a los mejores de los nuestros.

Estamos en la frontera Este de Europa con Rusia. Y desde aquí se constata que esto va de libertad contra la bota de una dictadura. Nuestro modo de vida, frente a Putin.