Es difícil triunfar siendo fiel a una misma, respetando el bagaje cultural con el que has crecido y, a la vez, conseguir sacar la cabeza y destacar en un mundo dominado tradicionalmente por hombres. Pero ella lo ha conseguido. Desde el principio, con dos discos de oro… demostró que no solo sabía bien adónde iba, sino que había llegado para quedarse. Una revolución en el mundo del hip hop que acaba de recibir el Premio Nacional de Músicas Actuales.

El Ministerio de Cultura y Deporte reconoce por primera vez la labor de una artista de hip hop “por ser pionera en un estilo como son las músicas urbanas” y porque su música tiende puentes entre el rap y el flamenco, que siempre ha estado presente en su carrera. Nacida en Jerez de la Frontera y criada en el barrio sevillano de San Julián, hoy nos ha visitado María Rodríguez Garrido, “Mala Rodríguez”.

“El premio sienta como un abrazo, es muy bonito que dentro de tu gremio se reconozca tu trabajo. Al lado de gente como Luz Casal o Serrat... Ha sido una pasada”.

Sobre la música urbana, “Mala Rodríguez afirma en La Tarde: “Es pura mezcla se trata de compartir. En un barrio de Sevilla me enamoré de como bailaban unos chicos breakdance y fue ahí cuando empecé a interesarme por el hip-hop. Ni si quiera sabía lo que era, pero sabía que unos chicos de mi barrio rapeaban y ahí pensé que yo tenía algo que aportar ahí”.

La cantante considera que está muy bien si la música urbana se convierte en la música protesta. Su madre le ponía canciones de Mercedes Sosa y es que ella ha sido muy seguidora de la música latinoamericana. Ella pensaba en lo que podía decir, y ha pretendido hablar de lo que siente ella, de lo que ven sus ojos. “El mundo ha empezado a cambiar, antes era un mundo de hombres”, comenta “Mala Rodríguez”. Añade que nunca se ha visto diferente a los chicos de su género musical.

Mala Rodríguez:“No opino que el mundo urbano sea más machista que el del periodismo, la medicina o la política”

Por último, Mala Rodríguez ha opinado en La Tarde: “No opino que el mundo urbano sea más machista que el del periodismo, la medicina o la política”.